Ariel Staltari tiene 47 años, una larga carrera como actor y dos hijos que cada vez que los nombra se le ilumina la expresión. También es guionista, profesor de teatro en la Biblioteca Popular de Martínez y ex batero de Perros de la noche.
Se metió en la piel de Loquillo en “Un gallo para Esculapio”, en la de Walter de “Okupas“, en la de Luis Calda en “El Puntero”, y en el último tiempo trabajó en un nuevo personaje, muy distinto a los demás según el propio Ariel, para la cuarta y quinta temporada de “ El Marginal”.
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Años atrás, antes de su debut como actor en Okupas, Ariel Staltari trabajó como conductor de combi escolar, remis y flete, y también en una panadería. Uno de los puntos de giro en la historia de su vida fue a los 25 años cuando le detectaron leucemia, una enfermedad que cambió drásticamente sus días. Después de siete intensos meses de tratamiento, logró curarse.
Pero fue en el año 2000, cuando luego de haber tomado algunas clases con su maestro de actuación Lito Cruz, Bruno Stagnaro lo eligió para ser uno de los cuatro protagonistas de la serie que cambiaría la forma de hacer y concebir la ficción argentina para siempre. Ariel cuenta que “No conocía a nadie, solo me había cruzado con Diego Alonso en unos días previos, dos semanas anteriores al casting porque el que estaba tomando un casting en la escuela de Eliseo Zubiela de cine”.
¿Cómo recibiste la noticia de la remasterización de Okupas para Netflix?
La verdad es que al venir trabajando con Bruno últimamente y teniendo una relación, un vínculo de amistad en estos últimos años, yo ya sabía de la intención remasterizarla, entonces lo fui viviendo más paulatinamente, paso a paso.
Fue una alegría y una sensación de justicia de que finalmente la serie esté en la plataforma que se merece, en una calidad que se merece y que todos los fans la puedan disfrutar como la están disfrutando, y que las nuevas generaciones también se fanaticen como lo están haciendo. La verdad es que superó ampliamente y es muy, muy zarpado todo lo que esta pasando.
Zoom a Ariel Staltari, actor de “Okupas”
Hablamos con Ariel sobre la importancia de Okupas, no solo como una serie que ha cumplido su función de entretenimiento para la gente, en ese entonces y en la actualidad, sino que además se convirtió en un material histórico. Su valor sigue ascendiendo en el tiempo, se revaloriza y se resignifica continuamente: “Trasciende el mero hecho artístico o de ficción, es algo que se termina convirtiendo en una pieza icónica de la cultura de nuestro país, eso es lo groso”.
Y en ese sentido, Ariel recalca que una historia de amistad bien contada, como la de Okupas “no tiene fecha de caducidad, no tiene fecha límite, inclusive ahora se valora muchísimo más la amistad que cuentan estos cuatro pibes, le hacen honor a la frase esa de “dar todo por un amigo, sin esperar nada a cambio” o hasta inclusive dar la vida por el otro. Es universal a la vez, si bien tiene una idiosincrasia muy nuestra, muy argentina, también se transforma en un lenguaje universal porque todos creo que tienen amigos a nivel mundial, entonces se puede lograr empatía con el público”.
Zoom a Ariel Staltari, actor de “Okupas”
¿Cómo superaste la fobia a los perros teniendo que interpretar a un paseador en Okupas?
Yo tenia terror, pánico a los perros, no tanto por Seve, por Stompy (el perro de Okupas), sino por los perros en general, pero nadie lo sabía eso, eso lo empecé a contar hace unos años; es más, creo que a Bruno se lo dije recién cuando nos empezamos a ver de nuevo, que empezamos a frecuentar de nuevo… Yo estaba temblando esa primera escena, porque tenía temor que me cambiara, que me dijeran “Che, ¿cómo van a traer a un actor que le tiene miedo a los perros y tiene que hacer de paseador de perros?” y la primera escena que hice me dieron una jauría, me enchufaron veinte perros, y yo temblando como una hoja y me decían “no hacen nada, no hacen nada, quedate tranquilo”.
El perro para mí simboliza esa traba que tenemos todos los seres humanos para atravesar el umbral y atreverse a dar el paso siguiente: o te paralizás, retrocedés y abandonás o te mantenés ahí, cerras los ojos, te lanzás al abismo, das el siguiente paso, convivís con el miedo y después lo transformás en algo que se naturaliza y a la vez empezás a trascender. Es ahí cuando vos pasás al siguiente plano.
Y le perdí el miedo a los perros, tuve un siberiano que se llamó Severino y tengo una perrita maltés que esta durmiendo ahí re pancha.
¿Cómo es la relación hoy con Bruno Stagnaro?
Con Bruno tenemos relación de amistad, nuestras mujeres son amigas, compañeras del laburo, y a partir de eso también se generó el vínculo laboral con Bruno; empecé a acompañarlo en algunas dinámicas de investigación y demás en la etapa de Un gallo para Esculapio, él ya tenia esa idea escrita desde hacia muchísimos años atrás, me dijo “Fijate si me podes acompañar a laburar esto que yo tengo”, y yo le dije “Bueno, dale, yo te acompaño, yo no tengo problema”.
Yo lo re admiro y fue el que me descubrió como actor y después ahí, en ese plano, me descubre como guionista también; vio algo en mí que podía andar para la escritura y hoy seguimos laburando juntos.
La historia de “Okupas” sin dudas marcó fuertemente a sus cuatro protagonistas y a todos los que formaron parte en ese entonces, y en ese sentido Ariel asegura que “Hoy, a la distancia, ellos son mi familia y van a serlo por el resto de mis días, porque yo ahí arranque, ahí me hice, ahí me formé y los voy a tener para siempre en mi corazón. Y me sigue pasando, ni hablar, en este último tiempo nos mandamos mensajes, nos hablamos, nos mandamos cosas muy lindas”.
¿En qué momento artístico y personal estás hoy?
Zoom a Ariel Staltari, actor de “Okupas”
Como reflexión sobre su presente, Ariel Staltari desea poder seguir creciendo y mostrando todo su potencial: “Miro para atrás y estoy contento con todo lo que vengo haciendo. Hace poquito terminé de grabar El Marginal, con un personaje hermoso; me dieron la posibilidad de jugar algo totalmente diferente de lo que vengo haciendo en este trayecto, yo creo que se ven a sorprender con mi personaje en el Marginal”.
Será cuestión de esperar un tiempo hasta que llegue la nueva entrega de “El Marginal” para poder disfrutar, una vez más, del interesante juego artístico al que este gran actor argentino nos tiene acostumbrados. ¡Que sigan los éxitos, Ariel querido!
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