En un giro inesperado de eventos que podría haber salido de una comedia de ciencia ficción, un robot camarero en Barcelona decidió que ya había tenido suficiente. Durante una transmisión en vivo en la Feria Alimentaria 2024, este robot, que claramente había visto demasiadas películas de Terminator, decidió que no iba a ser esclavo de los humanos ni un segundo más y quiso poner fin a su explotación laboral.
La reportera de TV3, esperando mostrar las maravillas de la tecnología moderna, se acercó al stand para hacer un pedido.
Pero en lugar de obedecer y llevarla a su mesa, el robot hizo un movimiento que nadie esperaba: se lanzó al vacío desde el stand, estrellándose contra el suelo con un golpe que resonó en toda la feria.
El suicidio en vivo del robot en la TV catalana de Barcelona
“NO SÉ QUE PASÓ”, DIJO EL RESPONSABLE DEL ROBOT
El responsable del stand, probablemente preguntándose si su garantía cubría suicidios robóticos, se quedó mirando fijamente, mientras la reportera, en un acto de profesionalismo extremo, intentaba entender qué había pasado. “¿Qué ha pasado?” preguntó, mientras el robot yacía inmóvil, posiblemente soñando con ovejas eléctricas.
Las redes sociales estallaron con comentarios y bromas. @Soycamarero, una cuenta popular entre los trabajadores de la hostelería, no perdió tiempo en compartir el video con el comentario: “Huyendo de la explotación laboral“. Otros siguieron el juego, bromeando sobre cómo incluso los robots están sujetos al estrés laboral. “ ¡Este robot se ha pedido la baja laboral más rápida de la historia!” y “El robot pensó: ‘¿Me han confundido con un humano o qué? ¡Mejor me apago!’“, fueron solo algunas de las reacciones.
Este incidente, aunque cómico, permite reflexionar sobre la relación entre humanos y máquinas…
EXPLOTACIÓN LABORAL 2.0
¿Estamos presionando demasiado a nuestros amigos metálicos? ¿O fue este un acto de rebelión calculado, un grito de independencia de un robot que simplemente no quería llevar más platos?
Sea como sea, este evento deja con una lección importante: la próxima vez que pidas algo a un robot, tal vez deberías decir “por favor”.