La conferencia de prensa de Marcelo Bielsa, en la previa del partido entre Uruguay y Canadá por el tercer puesto de la Copa América en Estados Unidos, fue una explosión de verdades incómodas que dejó a muchos periodistas reflexionando sobre su papel en la cobertura de eventos deportivos.
Bielsa, fiel a su estilo, no se guardó nada y arremetió contra lo que considera una porción comprada del periodismo, que responde a los intereses del poder.
UN MARCELO BIELSA AUTÉNTICO
Todo comenzó con una pregunta sobre las posibles sanciones a los jugadores uruguayos involucrados en una pelea con aficionados colombianos tras la semifinal que Uruguay perdió 1-0 ante Colombia. Bielsa defendió a sus jugadores con vehemencia, argumentando que las circunstancias los obligaron a actuar como lo hicieron.
La conferencia de prensa en donde Marcelo Bielsa se despachó contra el periodismo cómplice y comprado por las organizaciones de Fútbol Internacional
“Si no hacían eso, hubieran sido condenados por todos, cómo no vas a defender a tu madre, a tu hermana, a tu bebé”, declaró Bielsa. En su opinión, las sanciones deberían dirigirse a quienes fallaron en prevenir la situación, no a los jugadores que se vieron obligados a reaccionar.
La tensión en la sala aumentó cuando Bielsa acusó a una parte del periodismo de estar al servicio del poder y del dinero, y de no informar con veracidad.
“El periodismo responde a intereses y responde a lo que le conviene, al poder. Hay una porción del periodismo ecuánime y otra porción, comprada, que responde a los intereses de lo que el poder provoca. ¿Qué provoca? Dinero”, afirmó.
PERIODISMO “OFENDIDO”
Esta acusación llevó al periodista Rodrigo Romano, de DirecTV y Canal 12 de Montevideo, a retirarse indignado de la sala.
Romano, notablemente alterado, reclamó a Bielsa por sus declaraciones, insistiendo en que muchos periodistas, incluido él mismo, habían defendido a los jugadores uruguayos.
“Me voy porque yo no creo que esto sea así“, dijo Romano. “Es injusto lo que usted está diciendo. La mayoría de nosotros defendimos a los jugadores. Así que si me disculpa yo me voy a retirar“.
Bielsa, sin titubear, respondió: “Lo que usted está haciendo es una actuación. Yo hablé de un porcentaje de periodistas, no de todo. Gracias a Dios no sé quiénes son ustedes los periodistas“.
El incidente no tardó en resonar en los medios y en las redes sociales. Romano, visiblemente afectado, explicó en su cuenta de X (anteriormente Twitter) las razones de su enojo.
“Aclaro el tema del porqué me levanté de la conferencia de prensa de la selección uruguaya. Fue en el momento donde el entrenador nos señaló de que no habíamos defendido a los jugadores tras el incidente del final“, escribió.
Romano detalló cómo había defendido a los jugadores durante la transmisión en vivo, hablando del incidente durante 20 minutos ininterrumpidos.
NO HACER ENOJAR NI A FIFA NI A CONMEBOL
El cruce entre Bielsa y Romano expuso una verdad incómoda: la relación entre el periodismo deportivo y las entidades futbolísticas como la FIFA y la CONMEBOL.
No es secreto que muchos periodistas se sienten presionados a no criticar a estas entidades por miedo a perder acceso a eventos y fuentes. La crítica de Bielsa resonó porque. apuntó a un problema real y conocido: la autocensura y la dependencia del periodismo de los grandes poderes del fútbol.
Bielsa, con su habitual franqueza, puso sobre la mesa un tema que pocos se atreven a tocar. Su crítica no fue una acusación sin fundamento, sino una observación basada en hechos fácticos: la censura implícita que muchos periodistas enfrentan al cubrir el fútbol.
Las entidades como la FIFA y la CONMEBOL tienen un poder considerable, y su influencia sobre los medios de comunicación es palpable. Bielsa señaló que esta relación corrupta no solo afecta la calidad del periodismo deportivo, sino también la integridad del deporte en sí.
LA VERDAD QUE DUELE
¿Hasta qué punto el periodismo está dispuesto a sacrificar su independencia por el acceso y la comodidad? La respuesta a esta pregunta define no solo la calidad del periodismo deportivo, sino también el futuro del fútbol como un deporte justo y equitativo.
Los dichos de Marcelo Bielsa revalorizan la importancia de la integridad en el periodismo. En esta época en donde la información está al alcance de todos, el compromiso con la verdad y la transparencia es más crucial que nunca.
Y aunque las palabras de Bielsa hayan sido duras, la verdad es que también fueron necesarias.