Es el inventor del Cosquín Rock. Es cordobés. Es hincha de Talleres de Córdoba, o “la T” como tanto les encanta llamar a ese equipo de Córdoba a los relatores de fútbol. José Palazzo, el famoso productor musical, anoche miraba el partido cuando en el entretiempo se anuncia el ingreso, en el debut en la primera división, de su sobrino en el equipo de Gimnasia, el rival ocasional de su amado Talleres.
Como es costumbre ahora, los encuentros futbolísticos en casa se ven con el Twitter abierto para ir sintiendo que uno no está solo.
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En épocas de pandemia, con fútbol a puertas cerradas, mucho más. Un comentario, una interjección, una humorada, una crítica y hasta un exabrupto se liberan a través de esa red social y en el cerebro actúan como descarga “a tierra” lo más parecido posible a como sucedía en épocas de tribunas y estadios. Y el Gimnasia vs. Talleres de ayer, no fue la excepción.
Lo cierto es que esta vez una frase que mezclaba cierto orgullo con algo de temor fue escrita por José Palazzo al instante del ingreso del espigado joven defensor que por primera vez salía a un partido de Primera División con los colores del equipo tripero.
El tweet fue breve, preciso y aséptico. Solo mostraba la alegría del ingreso de su sobrino de solo 20 años recién cumplidos a una posición del campo en donde convertir goles no es lo más habitual. El joven con su metro ochenta y tres es zaguero e ingresó para modificar todo el andamiaje defensivo de un equipo que no había funcionado bien con el dibujo táctico que le habían realizado los técnicos del Lobo.
Quizás por esas circunstancias es que el simple mensaje en ese instante sonó hasta gracioso. José Palazzo simplemente dijo: “Entro mi sobrino en gimnasia , ojalá no nos abroche”.
En esas 9 palabras había comunicado lo que más le interesaba: que era tío de aquel muchacho que debutaba en primera justamente contra Talleres, el club de los amores del reconocido productor, músico y empresario de rock.
Sus seguidores, por lo leído mayoritariamente también hinchas de Talleres, lo bromeaban para que no los “lechucee” y no sea cosa que justamente Gimnasia y su sobrino “los emboquen”.
El resto de la historia ya es imaginable tanto para los que observaron el encuentro como para quienes solamente siguieron la historia hasta aquí, a través de esta nota.
Bruno Palazzo el adolescente que debutó en un puesto de marcador central, una noche difícil en 60 y 118, podrá contarles a sus nietos que se animó a ir a cabecear en un corner, que el ejecutante era un hombre paraguayo de unos cuantos años más que él, pero que le pegaba a la bola como los dioses. Que le puso el balón en la cabeza como un guante y que con toda su enjundia juvenil la mandó a guardar marcando el triunfo parcial de su equipo en ese instante. Sí, defensor y debutó con un gol que inconscientemente, su tío, el productor de rock, amigo de Charly García, empresario que trajo a la Argentina a Bob Dylan, Madonna, Paul McCartney y Guns N’ Roses, además de tener un título de abogado, predijo sin querer (o quizás queriendo) y le costó luego el mote de mufa entre sus amigos hinchas del equipo de la Docta. A lo que entre sacando pecho y pidiendo disculpas solo atinó a decir: “Irrespetuoso con el tío che”.
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