Un video subido a la red social X logró captar la atención de miles de usuarios y generó una ola de reacciones que oscilaron entre la indignación, la burla y el enojo. En las imágenes, un grupo de chicas jóvenes, con un marcado estilo minimalista y uniforme, describen con detalle lo que consideran actitudes “de groncha”.
La frase que da título al video, “Es re de groncha”, se repite como una muletilla mientras enumeran una lista de características que, según ellas, definen este estereotipo “mersa, grasa, tosco, sin delicadeza o refinamiento”.
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Las protagonistas, todas vestidas de negro y con un fondo completamente blanco, desglosan lo que sería “ser groncha”. El flequillo que llega hasta las cejas, vestirse de negro, compartir un mismo vaso en una salida nocturna, tener un tatuaje de una flor en el hombro o ser hincha de River Plate son algunas de las costumbres señaladas.
Cada declaración está pronunciada con un tono aparentemente serio, tajante, lo que refuerza la sensación de estar frente a un manual de segregación social.
El video viral que tanto dio para hablar y analiza
UN VIRAL QUE PROVOCÓ IRA
El video no tardó en encender las redes. Numerosos usuarios, sin dudar, etiquetaron a las jóvenes como “millipillis”, término que desde hace años se utiliza en la jerga argentina para referirse a chicas jóvenes, generalmente de clase alta, con nombres como Milagros o Pilar.
Según el imaginario popular, las “millipillis” suelen vivir en barrios cerrados o countries, tienen acceso a bienes y servicios privilegiados y se relacionan casi exclusivamente con personas de su misma condición socioeconómica.
Las críticas no se hicieron esperar. Las acusaciones de clasismo y discriminación coparon los comentarios, con usuarios señalando que las jóvenes no tenían derecho a denostar las costumbres de sectores menos favorecidos. Sin embargo, lo que parecía ser un claro caso de desprecio social escondía un giro inesperado.
En una observación más detenida del video, algunos usuarios descubrieron un detalle que pasó inadvertido para la mayoría: cada característica mencionada como “de groncha” era, en realidad, una descripción de las propias protagonistas.
El flequillo hasta las cejas, el tatuaje de flor, la ropa negra, el vaso compartido, todas eran características que las mismas jóvenes cumplían.
EL GIRO EN LA PERCEPCIÓN
El video, lejos de ser un manifiesto clasista, resultó ser una parodia elaborada. Las protagonistas se burlaban no de los “gronchas”, sino de quienes, desde un pedestal de superioridad, se dedican a etiquetar y segregar a otros por su aspecto o costumbres. De este modo, el “Es re de groncha” no solo se convirtió en una ironía inteligente, sino en un espejo que reflejó el absurdo de los prejuicios sociales.
Pero la efectividad del video residió en su sutileza. El tono serio, la ambientación minimalista y la seguridad con la que las jóvenes hablaban generaron la confusión inicial, logrando que miles cayeran en la trampa antes de entender el mensaje. Una vez descubierto el trasfondo, el video fue reivindicado como una obra maestra del humor y la crítica social.
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