Este martes se llevó adelante la segunda parte de la gala de eliminación de esta semana en Gran Hermano Argentina y, finalmente, se conoció quién fue la participante que quedó afuera de la casa. Para sorpresa de gran parte del público, Juliana, la entrenadora de 33 años, debió abandonar el reality.
La gala de eliminación comenzó el pasado lunes con una de las placas más importantes hasta el momento: Bautista, Emmanuel, Martín y Juliana. Salvo estos dos últimos, el resto de los jugadores salieron al ser los menos votados por los televidentes. Gracias a este resultado, los dos mejores participantes de esta edición quedaron enfrentados en una final anticipada que prometía dar mucho que hablar.
¿Cómo fue la gala de eliminación de Gran Hermano?
Antes de conocer el resultado final, los televidentes pudieron ver diversos tapes que daban cuenta de la importancia de este mano a mano que enfrentó a dos grandes jugadores que supieron ser amigos y rivales en diferentes momentos del juego.
Además, Santiago del Moro anunció cuál era el porcentaje de votos, pero sin mostrar a quienes correspondían. De esta manera, el participante que se iría de la casa había recibido 62,4% de los votos, mientras que el jugador que continuaría en carrera tenía un 36,7%.
Tras la enorme expectativa del público presente, los panelistas y eliminados, el conductor le comunicó a seis hermanitos que restan en la casa que la eliminada de la vigesimosexta gala sería ni más ni menos que Juliana. La jugadora más polémica de la edición se despidió de la casa fiel a su estilo, entre insultos, gritos y sin despedir a gran parte de sus compañeros, con quienes convivió más de seis meses.
“No quiero que me canten nada. Silencio. Me gané este premio y esta esta casa es mía, no se olviden”, expresó Furia al retirarse.
Amada y odiada, Furia fue la gran protagonista de Gran Hermano
No cabe duda que Juliana Scaglione, más conocida como Furia, fue la gran protagonista de esta edición de Gran Hermano Argentina. Con su estilo divertido y su actitud arrolladora, supo conquistar a gran parte del público que la acompañó placa tras placa.
Además, no solo se destacó por su hábil para tejer estrategias, formar alianzas con sus compañeros y nominar, sino también por desestabilizar constantemente a sus rivales con gritos, insultos y peleas. Sin embargo, estas mismas acciones la llevaron al límite, resultando en numerosas sanciones disciplinarias como estar nominada de forma permanente en las últimas galas.
Su comportamiento violento y sus comentarios repudiables llevaron a que gran parte del público la despreciara, resultando en votaciones masivas que la dejaron al borde del abismo en mano a mano sumamente difíciles. A pesar de su fortaleza dentro del juego, la decisión del público fue clara y Juliana tuvo que abandonar la casa a pasos de la gran final.