Un nuevo estudio sacudió este miércoles la comunidad científica y reavivó el interés en el Sudario de Turín, un lienzo de lino que muchos consideran sagrado por mostrar la imagen de un hombre crucificado, que algunos creen es Jesús de Nazaret. La investigación, que utilizó técnicas avanzadas de rayos X, sugiere que la tela podría ser mucho más antigua de lo que se pensaba anteriormente, datando de hace aproximadamente 2000 años.
Este hallazgo contradice las pruebas de carbono 14 realizadas en 1988, que situaban el origen del sudario en la Edad Media, y abre la puerta a nuevas interpretaciones sobre la autenticidad de esta controvertida reliquia.
El Sudario de Turín, una reliquia de cuatro metros de largo conservada en la Catedral de Turín desde 1578, fue objeto de veneración y controversia durante siglos.
LA HISTORIA DEL SUDARIO DE JESÚS
Según la tradición cristiana, todo comienza después de la crucifixión de Cristo, cuando José de Arimatea, uno de sus seguidores más acaudalados, envolvió su cuerpo en una sábana de lino antes de enterrarlo en una tumba excavada en la roca.
El Evangelio de Lucas menciona que, al encontrar la tumba vacía, Pedro “vio solos los lienzos”, lo que algunos interpretan como una referencia al sudario. Sin embargo, tras este episodio, no hay más menciones de él en la Biblia.
El rastro del sudario desapareció durante siglos, hasta que reapareció en 1354, en manos de Geoffroi de Charny, un caballero cruzado. Desde entonces, su historia está bien documentada hasta su llegada a la Catedral de Turín.
A pesar de las pruebas de carbono 14, que sugirieron que el sudario era un objeto medieval, no antiguo, la controversia no terminó ahí.
LA IMAGEN SE CORRESPONDE
Uno de los misterios más desconcertantes del sudario es la imagen que aparece en la tela, la que no parece haber sido pintada o teñida, sino que las fibras del lino están decoloradas de una manera que forma una especie de negativo fotográfico.
Cuando se invierte la imagen, se revela una figura tridimensional, algo que nunca se había visto en un objeto tan antiguo. Además, las heridas en la figura del sudario coinciden con las descripciones bíblicas de la crucifixión, incluyendo marcas de una corona de espinas, una herida en el costado, laceraciones en la espalda y moretones en los hombros.
Análisis recientes de nanopartículas en la tela revelaron altos niveles de creatinina y ferritina, indicadores de un trauma severo, como el que podría sufrir una persona sometida a tortura.
También se realizó un análisis de polen que sugiere la presencia de plantas nativas de la región de Jerusalén, y el patrón de tejido del sudario es común en el Medio Oriente antiguo, no en la Europa medieval.
A pesar de las pruebas de carbono 14, muchos expertos argumentan que el trozo de tela analizado podría haber sido contaminado o reparado en la Edad Media, lo que afectaría la precisión de los resultados.
¿SE DEVELA EL MISTERIO?
Esta teoría cobró fuerza con el nuevo análisis de rayos X que estudió el envejecimiento de la celulosa del lino en el sudario y encontró que la degradación de tal celulosa coincide con la de otras muestras de lino de 2000 años de antigüedad, no con las de la época medieval.
El Sudario de Turín todavía es un misterio que la ciencia moderna no consigue explicar o replicar.
Si bien muchos siguen siendo escépticos sobre su autenticidad, la evidencia reciente sugiere que podría ser mucho más antiguo de lo que se pensaba.
Independientemente de lo que uno crea, el sudario continúa fascinando al mundo y planteando preguntas sobre la historia y la fe que quizás nunca tengan una respuesta definitiva.