El papa León XIV fue durante años uno de los hombres de mayor confianza de Jorge Bergoglio. Su designación al frente del dicasterio para los Obispos había sido leída como un gesto de respaldo pleno por parte del entonces Papa Francisco. Pero fue su elección del nombre lo que, en palabras del arzobispo Jorge Ignacio García Cuerva, deja entrever el homenaje más íntimo y menos evidente al pontífice argentino: “Francisco de Asís y León eran compañeros de vida”.
Aunque el primer y más obvio enlace que se hizo con el nombre elegido por Robert Prevost fue con el del papa León XIII, el clérigo porteño reveló una asociación que no se había hecho hasta el momento y que involucra a la orden de San Agustín con la que se alínea el flamante Sumo Pontífice. En diálogo con Urbana Play, García Cuerva detalló lo que podría ser un guiño del vínculo que unió a Prevost con Bergoglio.
La elección del nombre León parece vincularse a una figura clave de la vida del santo de Asís: “La historia de San Francisco de Asís tiene a León como su mejor amigo, su compañero de aventuras, con quien compartió toda la vida. Están enterrados juntos en Asís. Ese detalle no deja de ser menor. No sé si León XIV lo pensó así, pero es verdad que Francisco y León fueron compañeros de vida, y eso también es importante tenerlo en cuenta”, dijo García Cuerva.

agachado a su derecha.Museo de Arte de Filadelfia.
La figura de León de Asís, discípulo cercano de San Francisco, ha sido interpretada por varios especialistas como un espejo con el que el nuevo Papa quiere dialogar. Fue su confesor, custodio y secretario. A él se le atribuye la conservación de textos originales fundamentales del poverello, como el Testamento y las Admoniciones. En ese sentido, el vínculo espiritual con Francisco parece reforzarse también desde el simbolismo.
Una línea de continuidad y fidelidad con Francisco
García Cuerva remarcó que el nuevo pontífice “claramente era un hombre del equipo del Papa Francisco” y que en sus primeras palabras públicas hubo un eco claro del legado de su antecesor: “Dijo que quería continuar la bendición que el Papa Francisco nos dio, con una voz muy débil, pero profeta el domingo de Pascua. Habló de una Iglesia de brazos abiertos, como la columnata de la plaza de San Pedro, habló de la paz, sabiendo lo doloroso que fue para Francisco todo el tema de la guerra y la violencia en el mundo. Habló de una Iglesia misericordiosa, abierta a todos, de la Iglesia sinodal que camina junta”.
En ese sentido, sostuvo: “Creo que tenemos que ir despacio, escucharlo, ver sus gestos. Tenemos que darle la posibilidad de que nos muestre su modo, su estilo, sus ideas propias. Para eso necesita tiempo”.
El legado agustiniano y el espíritu mendicante
León XIV pertenece a la Orden de San Agustín, una de las llamadas órdenes mendicantes, como la de San Francisco. “San Agustín fue un obispo africano que eligió caminos equivocados en su juventud y tuvo luego una conversión muy fuerte. Era un hombre que decía: ‘Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti’. Reconocía que el ser humano tiene una sed de trascendencia que el mundo no logra colmar”, explicó García Cuerva.
Ese perfil, profundamente pastoral, también lo marcó durante sus años en Perú, donde fue obispo de Chiclayo y acompañó comunidades populares, en línea con el magisterio social de Francisco.
La continuidad del mensaje migratorio
Consultado sobre la postura de León XIV frente a temas sensibles como la migración, el arzobispo fue tajante: “El Papa Francisco, en su primer viaje fuera de Roma, fue a la isla de Lampedusa e hizo una denuncia muy fuerte sobre las muertes en el Mediterráneo. Dijo que se había transformado en un cementerio del mundo“.
Y amplió: “Francisco dijo que justamente el Mediterráneo se había transformado en el cementerio del mundo cuando las aguas se tragaban a todos los que querían buscar mejor calidad de vida desde el norte de África en Europa. En ese sentido, es un tema de discusión muy fuerte y donde el Papa siempre ha defendido el tema de la migración”.
“Y la postura del gobierno norteamericano es otra, es absolutamente distinta. Entonces, claramente hubo una voz profética de Francisco y seguramente la habrá de nuevo Papa”
“La postura que tiene hoy León XIV es la postura de la Iglesia. Como Iglesia es muy fuerte y es una postura que en este momento, está de alguna manera en contradicción con lo que plantea el gobierno norteamericano. Esto es así, esto es real, esto es absolutamente real”, concluyó García Cuerva.

