Lo que se inició como un escándalo de vandalismo con la obra “Girasoles”, de Vincent Van Gogh, luego otra a una pintura de Monet, parece que se está convirtiendo en costumbre en diferentes museos de Europa. Este lunes, dos activistas de la organización “Just Stop Oil” (“Frenen el petróleo”) embadurnaron con tortas al estilo del recordado programa estadounidense “Los Tres Chiflados“, la cara de la figura de cera del rey Carlos III del Reino Unido, en el museo de Madame Tussauds de Londres.
De acuerdo a lo que puede leerse en su sitio web, lo que reclaman los activistas es que el gobierno británico “paralice todos los nuevos permisos y licencias de petróleo y gas”.
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Activistas anti petróleo enchastran la cara de la figura de cera del rey Carlos III del Reino Unido en el museo Madame Tussauds de Londres con una torta de chocolate
Los jóvenes manifestantes cubrieron con una torta de chocolate el rostro de la estatua del monarca recientemente llamado a ocupar el trono tras el fallecimiento de su madre la Reina Isabel II.
“A PIECE OF CAKE”
Eilidh McFadden, de 20 años, procedente de Glasgow, Escocia, y Tom Johnson, de 29 años, de la ciudad inglesa de Sunderland son los responsables directos del hecho de vandalismo cuyas imágenes ya recorren el mundo por lo impactante de la escena.
“La ciencia es clara. La petición es simple: paren de extraer más petróleo y gas”, es lo que escriben en la cuenta de Twitter de la organización a la que integran.
Utilizan, además, un juego de palabras para ilustrar lo “sencillo” de complacer sus demandas: “It’s a piece of cake”, bromean, lo cual podría traducirse como ‘es pan comido ’, pero que literalmente sería “Es un pedazo de torta“, por eso el pastelazo en la cara de la figura de cera del Rey Carlos III.
Aprovechando la crisis gubernamental y económica en el Reino Unido, los activistas recuerdan que la protesta se produce sólo unas semanas antes de la cumbre del clima, la COP 27, que se celebrará en Sharm El Sheikh (Egipto) del 6 al 18 de noviembre. Supuestamente, y según los ecologistas, el rey Carlos III habría abandonado la idea de asistir a la cumbre y dar allí un discurso, aconsejado en teoría por la primera ministra renunciada, Liz Truss.
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