El intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, cuestionó públicamente la decisión de Cristina Kirchner de postularse como candidata a diputada provincial por la Tercera Sección Electoral, una zona considerada bastión del peronismo bonaerense. Si bien expresó su deseo de que Unión por la Patria logre un camino de unidad de cara a las elecciones del 7 de septiembre, planteó que la presencia de la expresidenta en ese territorio representa un gesto innecesario y, según él, funcional a un interés personal.
“Acá es fácil ganar”, afirmó Cagliardi en declaraciones radiales, y sugirió que si el objetivo real de la exvicepresidenta era aportar a la causa electoral del peronismo, podría haber elegido competir en otras secciones donde el oficialismo viene de derrotas, como la Primera, la Quinta o la Sexta. “¿Me pongo como salvadora? No, me pongo en una situación que sé que voy a ganar y busco el acompañamiento de los intendentes”, ironizó el jefe comunal.
El dirigente del Movimiento Derecho al Futuro (espacio que tiene como principal referente al gobernador Axel Kicillof) fue más allá al interpretar la candidatura de Cristina como un mensaje de presión hacia el armado político del mandatario provincial. “Me parece que es un apriete hacia el Gobernador, que está generando un nuevo peronismo y poniéndose al hombro los derechos que estamos perdiendo”, sentenció.
Secco también puso el grito en cielo
Las críticas no fueron aisladas. Mario Secco, intendente de Ensenada y figura clave del espacio kicillofista, también apuntó contra la jugada de la exmandataria. Si bien reconoció que Cristina “tiene todo el derecho del mundo” de presentarse, subrayó que la Tercera es un distrito “que siempre ganó el peronismo, incluso en los peores momentos” y consideró innecesaria su irrupción en una zona que, con o sin ella, “ya se gana”.
En paralelo, Secco deslizó una contraofensiva: anticipó que los intendentes del sector podrían ocupar los primeros lugares en las listas de concejales de sus municipios como candidatos testimoniales. Esta estrategia, inspirada en lo ocurrido en 2009 con Néstor Kirchner y Daniel Scioli, apuntaría a marcar territorio frente a la avanzada de Cristina, que según trascendió, no habría sido consensuada con el núcleo que respalda a Kicillof.
El malestar crece, incluso cuando la Tercera Sección continúa siendo el mayor reservorio de votos del peronismo bonaerense, con cerca de cinco millones de electores. En ese mapa, el gobernador conserva el respaldo de figuras de peso como Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Fernando Espinoza (La Matanza) y Andrés Watson (Florencio Varela), quienes también integran el armado de Unión por la Patria bajo su conducción.