El presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia, y el gobernador bonaerense Axel Kicillof firmaron este viernes un convenio para la cesión, uso y explotación del Estadio Diego Armando Maradona, también conocido como Estadio Único de La Plata.
El acuerdo transforma oficialmente al escenario provincial en sede permanente de las selecciones nacionales, tanto masculinas como femeninas, y habilita su uso para competencias locales. “La nueva casa del fútbol argentino”, celebró Tapia, en un gesto que profundiza la alianza institucional entre la AFA y el gobierno bonaerense.
Con una capacidad para 55.000 espectadores, el estadio fue inaugurado en 2003, pero desde la reinauguración del estadio de Estudiantes en 2019, ha tenido una utilización irregular. En los últimos años, solo albergó partidos esporádicos de la Copa Argentina, algunos encuentros del Mundial Sub-20 2023 y espectáculos musicales.
La decisión conjunta de Tapia y Kicillof se inscribe en una dinámica de colaboración que contrasta abiertamente con el discurso del gobierno nacional encabezado por Javier Milei, crítico frecuente de la gestión del presidente de la AFA. El presidente libertario ha impulsado reiteradamente la conversión de los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas, en abierta oposición al histórico modelo de Asociaciones Civiles sin fines de lucro que rige en el país.
En ese contexto, el acuerdo entre la AFA y la Provincia de Buenos Aires también puede leerse como un gesto político: una reivindicación del fútbol como bien cultural y social, gestionado desde lo público y lo asociativo, frente a los intentos de privatización impulsados desde el Ejecutivo nacional.