Parece que ahora todos los convictos involucrados en escándalos diversos salieron al unísono a prender el ventilador, y a alguien le cae toda la “merde”: La Libertad Avanza y, de reojo, el PRO. “Yo le di 32.500 dólares”, dijo Leonardo Cositorto desde la penumbra de su celda correntina.
El líder de la inefable Generación Zoe, contó cómo el dinero llegó a la campaña de Diego Santilli, a través de intermediarios de su red. Según él, fue todo transparente… desde ya, para quien crea en “transparencias” que vienen de un condenado por estafas.
Cositorto relató que conoció a Martiniano Molina, quien lo invitó a un almuerzo con Horacio Rodríguez Larreta, Cristian Ritondo, Federico Pinedo y Diego Santilli. Allí Molina explicó que estaban perdiendo votos por falta de fiscales y que necesitaban plata. Cositorto se ofreció: Yo te aporto el 50%
. Todo muy casual, mientras los demás miraban el ventilador girando.
El monto fue de 32.500 dólares, entregado antes de las elecciones generales de 2021. Además, aseguró haber colaborado con el auto de carrera del hijo de Santilli. Yo no tengo problemas con Diego, pero no quiero que me niegue. Yo no soy Fred Machado. A mí me suben al ring y peleo
.
La frase suena a amenaza deportiva, pero es pura política.
“A Cositorto no lo conozco”
Del otro lado, Santilli, hoy “pintado de violeta” por su acercamiento a La Libertad Avanza, se despega de Cositorto. En 2022 declaró: No lo conozco, no tengo ningún vínculo. No sé quién es, nunca tuve relación en mi vida
.
Pero mientras los delincuentes empiezan a prender ventiladores por todos lados, la mentira parece tener su propio aire acondicionado.
Santilli calificó el escándalo como una “burda operación en su contra” y dijo que su participación en el almuerzo fue meramente protocolar. Todo muy correcto, aunque la sombra del ventilador se deja sentir.
Justicia y escándalos que vuelan
Leonardo Cositorto ya tiene condenas que lo respaldan: 12 años de prisión en Goya, Corrientes, y 11 años en Salta, ambas por asociación ilícita y estafas reiteradas. Pero ahora, entre testimonios y ventiladores girando, aparecen más nombres y el escándalo salpica a La Libertad Avanza y, por rebote, al PRO.
Con más de mil denuncias por estafas en Buenos Aires, Cositorto lidera una organización que prometía rentabilidad y repartía decepción. Los montos giran, las acusaciones vuelan y el ventilador de la política no para de girar.
El escándalo de Cositorto y Santilli no aparece en un momento “random”: se enmarca en lo que está pasando con José Luis Espert y Fred Machado, donde los aportes, probablemente narcos, también terminaron girando en ventiladores políticos que le costaron la carrera a perpetuoidad al ex candidato libertario a primer diputado por la provincia de Buenos Aires.
Al igual que en el episodio más comentado de la última semana, los nombres que parecían tranquilos de repente se ven arrastrados por acusaciones que los pintan de complicidad, y los votantes miran atónitos cómo la política se convierte en un ring abierto donde todos tiran golpes para tratar de zafar del Knock out.
Mientras Cositorto se muestra desafiante desde la cárcel, Fred Machado ya confesó mediáticamente acerca de los flujos de dinero que complicaban a Espert, y la sensación es la misma: los aportes cuestionables vuelven a salpicar al PRO y a La Libertad Avanza. La derecha política argentina parece acorralada por el propio discurso honestista que la erigio en alternativa y ahora lame, a la fuerza, las sobras de su propio chocolate.