El presidente Javier Milei recibió en la Casa Rosada a un grupo de gobernadores, incluyendo a varios que hasta hace poco eran abiertamente críticos, para avanzar en las reformas laboral, tributaria y previsional que el Ejecutivo busca impulsar en la segunda etapa de su gobierno. El encuentro se dio tras el triunfo legislativo de La Libertad Avanza en 16 de los 24 distritos del país, resultado que reforzó el poder parlamentario oficialista y abrió el camino para la ofensiva reformista.
Pese al tono de apertura institucional, la convocatoria excluyó al gobernador bonaerense Axel Kicillof y a las figuras del peronismo más duro, quienes no fueron invitados a la reunión. Cerca del mandatario remarcaron que el objetivo era “trabajar con aquellos dispuestos a construir consensos parlamentarios” para las reformas clave y la aprobación del Presupuesto 2026.
La cumbre reunió a representantes de casi todas las provincias y buscó enviar una señal de fortaleza interna y respaldo político externo, particularmente hacia Washington, en momentos en que el Gobierno busca sostén internacional para su programa económico. Además de Milei, estuvieron presentes su asesor Santiago Caputo; la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el vocero Manuel Adorni; el titular del Banco Central, Santiago Bausili; el presidente de Diputados, Martín Menem; y la secretaria de Legal y Técnica, María Ibarzábal Murphy. También participaron el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y los ministros Luis Caputo, Lisandro Catalán, Patricia Bullrich, Luis Petri, Federico Sturzenegger, Mariano Cúneo Libarona, Mario Lugones y Sandra Pettovello.
A la cita asistieron gobernadores como Jorge Macri (CABA), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba), Ignacio Torres (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Carlos Sadir (Jujuy), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gustavo Valdés (Corrientes), Claudio Poggi (San Luis), Gustavo Sáenz (Salta), Hugo Passalacqua (Misiones), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Marcelo Orrego (San Juan), entre otros. En representación de provincias ausentes estuvieron la vicegobernadora de Mendoza, Hebe Casado; la vice del Chaco, Silvana Schneider; y Zulma Reina, presidenta de la Legislatura de Neuquén.
El clima político también influyó en la convocatoria. Varios mandatarios llegan golpeados por la ola violeta, que barrió a oficialismos provinciales y dejó en crisis al flamante espacio Provincias Unidas, que había intentado posicionarse como tercera vía pero cayó en cinco de los seis distritos que controla. En ese marco, el Gobierno busca reconfigurar apoyos y aislar resistencias, con la mira puesta en construir mayorías flexibles en el Congreso.
Milei planteó públicamente su intención de avanzar con los puntos del Pacto de Mayo, esta vez a través de una mesa de trabajo más amplia. “Por fuera de los inadaptados de siempre, hay decenas de diputados y senadores a los que uno más uno les da dos. Ahora sí podremos convertir en leyes las bases del Pacto de Mayo. Queremos invitar a la gran mayoría de los gobernadores con representación parlamentaria a discutir en conjunto los acuerdos”, afirmó el Presidente.
Por su parte, el jefe de Gabinete Guillermo Francos sostuvo que el resultado electoral abre “una nueva etapa” para el oficialismo y destacó el rol de los gobernadores en la construcción de consensos legislativos. “Lo importante en esta etapa que viene son reformas para darle competitividad al sector empresario y productivo, para posibilitar generar más empleo de calidad”, señaló, y celebró la nueva correlación de fuerzas: “Hemos pasado una época complicada en el Parlamento, donde nos metían goles todas las semanas, esa etapa ya pasó”.



 
                                    