Nicolás Keenan, delantero de Los Leones y jugador del club neerlandés Klein Zwitserland, podría convertirse en el primer caballero de los Países Bajos. Su pareja, el político holandés Rob Jetten, líder del partido centroizquierdista D66, acaba de conseguir un empate técnico en las elecciones legislativas, y juntos podrían protagonizar un capítulo histórico para el país europeo.
Pero antes de los flashes y la política internacional, Keenan vivió una etapa clave en el Gran Buenos Aires que le permitió descubrir quién era y cómo quería vivir su sexualidad. “Cuando tenía 17 años me llamaron de Argentina para integrar la Sub 21. Me mudé de un pueblito cercano a Barcelona al conurbano bonaerense. Ahí me sentí libre por primera vez. Nadie me conocía y podía ser quien realmente quería ser”, confesó el deportista en una charla con Revista GENTE.


El hockey fue su refugio. “En el colegio y en casa no me sentía seguro. La cancha me daba confianza, ahí los problemas no existían. Fue el lugar donde pude empezar a conectar con mi verdadera identidad”, contó. Ese período de entrenamiento intenso, aunque exigente, fue el escenario donde Nicolás se sintió fuerte y capaz de expresarse sin miedo.
Una relación entre goles y política
Keenan y Jetten comenzaron su vínculo en 2022 y anunciaron en noviembre de 2024 que se casarían. Su historia de amor, que mezcla deporte y política, se volvió un referente LGBTQ+ internacional.
“Nunca salí del clóset porque no lo necesité, pero cuando la relación se hizo pública entendí que podía ser un ejemplo para los más jóvenes”, relató. Su experiencia demuestra cómo la libertad personal puede surgir de la independencia y del entorno adecuado, en este caso, el conurbano bonaerense y la cancha de hockey.
La pareja, que hoy divide su tiempo entre Países Bajos y la Argentina, supo equilibrar agendas complicadas. Rob lo acompaña a partidos y eventos oficiales, mientras Nicolás lo respalda en reuniones y compromisos políticos. Esta dinámica consolidó un vínculo basado en respeto, pasión y apoyo mutuo.
Del pasado al presente
La historia de Nicolás en el Gran Buenos Aires sigue pesando en su vida actual. Allí, lejos de la presión social de su ciudad de residencia y de las expectativas familiares, pudo descubrir su sexualidad, ganar confianza y transformar la vulnerabilidad en fortaleza. Esa etapa fue determinante para que hoy pueda amar públicamente y asumir un rol pionero como posible primer caballero de los Países Bajos.
En los últimos meses, el jugador volvió a la Argentina para representar al seleccionado en la FIH Pro League 2024-25 y aprovechó para reconectar con el país y su gente. Allí recordó su infancia, los entrenamientos intensos, y cómo cada paso lo preparó para convertirse en un referente tanto dentro como fuera de la cancha.
Keenan representa hoy un símbolo de valentía y autenticidad: un argentino que encontró su lugar en el mundo y que, gracias al Gran Buenos Aires, pudo mostrarse tal como es, mientras conquista el corazón de un futuro líder europeo. A veces, el camino hacia la libertad personal pasa por los lugares menos esperados, pero también más cercanos al corazón.

