Los altos niveles de evasión fiscal por parte de las carnicerías que operan en la provincia tienen una víctima colateral que empieza a inquietarse por lo que consideran una persecución por parte de ARBA. Se trata de los matarifes, que agrupados en la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores, reclaman medidas urgentes para el sector.
El problema es que la Agencia considera agentes de retención de Ingresos Brutos a los matarifes, que son el eslabón previo a los carniceros, quienes, por su parte, operan en la informalidad. La consecuencia de esa política es que se duplica la carga fiscal sobre quien cumple la ley.
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“A la percepción de ingresos la generamos nosotros y la pagamos nosotros porque el 80 por ciento de las carnicerías están sin registración, fuera del ámbito jurídico e impositiva”, explicó a LA CIELO 103.5 Leonardo Rafael, titular de CAMYA, quien alertó por la situación de las carnicerías ya que, razonó, “si no tienen un aparato fiscal formado tampoco tienen habilitación sanitaria”.
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“No se cuántas carnicerías te dan una factura al consumidor. Gastón Fossati (director ejecutivo de ARBA) lo sabe y no entendemos por qué se abusa con la presión fiscal sobre los matarifes, que pagamos los impuestos que ellos no pueden regularizar”, insistió Rafael, quien admitió que, si bien el sector cárnico es tradicionalmente evasor, “desde hace 3 años que los impuestos están pagos y la mercadería facturada hasta la puerta del frigorífico”.
La problemática no es nueva y entre los matarifes los ánimos están caldeados. “Hay una molestia grande, queriendo tomar medidas, y algunos hablan de desabastecimiento. Pedimos reuniones con ARBA y no las tenemos, pedimos con María Eugenia Vidal y no nos recibe”, se quejó el empresario.
Desde ARBA, en tanto, encuadraron las medidas que afectan a los matarifes en un plan para reducir los niveles de evasión que, aseguran, superaban los mil millones por año. Además, marcaron que hubo reuniones con los empresarios, y que comparten ámbitos como la mesa de la carne.
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