Alberto Fernández llegó ayer a la ciudad de La Plata para inaugurar las obras en los edificios del Instituto de Física de La Plata (IFLP) y el Centro de Química Inorgánica (Cequinor), ubicados junto al bosque de la ciudad. Se encontró con mensajes contundentes en la vía pública: pasacalles que le reclamaban que juegue a fondo en la pelea que planteó el grupo Clarín contra la vicepresidenta Cristina Kirchner.
“Magnetto es mafia. Todos con Cristina”, se leía en algunos. “Mafia o Cristina”, decían otros. A Alberto Fernández, el kirchnerismo duro le reclama que se haya quedado a medio camino al exponer la trama de Lago Escondido, porque apuntó contra los jueces sin hacer hincapié en el rol de los directivos del multimedio más poderoso del país.
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Un día antes, le habían enviado al Jefe de Estado un mensaje menos explícito, con el faltazo de funcionarios de primera línea a la convocatoria que encabezó el Jefe de Estado en Casa de Gobierno para conmemorar tres años de su gobierno. Se ausentaron nada menos que Cristina Kirchner, Wado De Pedro y Sergio Massa, aunque por razones diferentes.
El Ministro de Economía quiere mostrarse alejado de toda actividad que no esté vinculada a cuestiones que impacten directamente en el bolsillo de los trabajadores. Sólo se deja ver -siempre desde su oficina- para anunciar acuerdos de precios o políticas de ingreso dirigidas a trabajadores y jubilados.
Como si hicieran falta traducciones, dirigentes del massismo y del kirchnerismo duro agarraron twitter para explicar sus motivos. “Cristina no va a ser candidata por la persecución, el hostigamiento y la proscripción a la que la sometió la mafia judicial y mediática. En la Casa Rosada parece que lo festejan”, disparó la legisladora Paula Penacca.
“Mientras en la Rosada armaban actitos boutique, Sergio Massa cerró las mejores licitaciones para la Argentina y bajó la inflación, menos acto y más laburo”, escribió, por su parte, Ramiro Gutiérrez, socio fundador del Frente Renovador, en relación a dos buenas noticias económicas que el Gobierno nacional prácticamente no registró.
Los teledirigidos hacia el Presidente sacudieron de lleno a la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, a quien se responsabiliza por el extemporáneo acto de la Rosada y por algunas versiones que circularon off the récord. Uno de ellos, extremadamente picante, apunta a una supuesta falta de apego al trabajo de parte de Massa. “A Sergio, para que venga, hay que hacerle los actos a la tarde”, reconstruyó el diario La Nación.
Son las primeras réplicas del terremoto que significó el “renunciamiento” de Cristina Kirchner. A menos de un año para las elecciones generales de 2023, muchos se ven en igualdad de condiciones para disputar los principales cargos en juego. Y empiezan a jugar.
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