La reciente inauguración de una mezquita en Olavarría, en pleno centro de la provincia de Buenos Aires, fue objeto de ataques por parte de sectores libertarios y hasta del director ejecutivo de MercadoLibre, Marcos Galperín, quien afirmó “estamos jodidos” al enterarse de la noticia.
Infocielo se acercó este jueves hasta la sede religiosa y habló con el Yusuf Carlos Silva, un olavarriense proveniente de una familia católica que adoptó, a los 40 años, el credo del Islam. Desde ese momento, se puso al frente como shaykh de un grupo de devotos que alcanza entre 50 y 60 personas con actividad regular en la comunidad.
En pleno corazón del barrio Pueblo Nuevo– San Lorenzo 2874- dos albañiles trabajan en los últimos retoques en la fachada del edificio, que cuenta con la decoración del característico mosaiquismo árabe.
El lugar quedó formalmente inaugurado, el último lunes, con la presencia del Maestro de la orden Sufi Naqshbandi, Mawlana Shaykh Muhammad Adil Efendi, quien llegó desde Turquía para una recorrida por Sudamérica.
Allí nos espera el Yusub para hacer una primera recorrida por el edificio y empezar la charla.
– Hace solo unos días inauguraron la mezquita pero ya vienen con un fuerte trabajo desde hace varios años en Olavarría ¿Cómo fue ese proceso?
– La inauguración oficial fue hace poquitos días, el 20 de octubre. Nosotros tenemos mezquita hace 16 años, en marzo del 2010 cuando recién arrancamos. Sucede que nosotros nunca dejamos de tener mezquita, solo que oficiábamos en lugares que no eran nuestros. Ofició de mezquita el Círculo de Atletas Veteranos de Olavarría (CAVO) por cuatro años y medio y después la Biblioteca Crucero General Belgrano. Oficiaron de mezquita dos departamentos prestados en Barrio Independencia, los livings de las casas donde íbamos con nuestros hermanos.
A nuestra manera siempre tuvimos mezquita. Hoy tenemos una mezquita fija que es nuestra y sabemos que de acá, ‘Inshallah’, si Dios quiere, no nos vamos a mover. Estamos inaugurando un lugar que nos permite dejar de ser nómades pero ya veníamos con un movimiento mezquitoso y social desde hace 16 años.
– La inauguración trajo repercusión y bastante…
– Esto tuvo mucha repercusión. Y en buena hora, porque nosotros somos personas que estamos abiertos a cualquier tipo de consulta, de dudas, pero más estamos abiertos a atender corazones.
Yo siempre uso estos términos, que son términos graves para este mundo de hoy, porque digo que estamos abiertos a hacer el amor. Y a la gente le hace ruido y se pone a la defensiva, porque fíjate cómo nos han hecho trampa que cuando un tipo dice te invito a hacer el amor, la gente abre los ojos grandotes, sea hombre o mujer, les produce incomodidad y empieza a razonar desde la sexualidad. Nos han sexualizado tanto el amor que no nos dejan hacer el amor. Hoy a nuestros hijos los miramos y les decimos te quiero mucho y no los podemos amar, porque nos han enseñado a querer.

Entonces mi trabajo en este mundo consiste en volver a tomar ese camino inverso. Los seres humanos hemos sido creados para dar y recibir amor. Nos han hecho tanta trampa que hoy nos quitaron esa capacidad inmensa que tenemos de ser amantes. Y hacer este camino inverso va a traer aparejado un montón de contras, pero son indicadores de que estamos por el buen camino.
– ¿Cómo fue el evento de la inauguración?
Fue hermoso. Vino mi maestro Mawlana Shaykh Muhammad Adil Efendi, que vive en Akbaba en Turquía, en un pueblito cerca de Estambul. Vino a dar su bendición y a conocer el lugar. Yo acá tengo el makam de su papá, que fue nuestro maestro anterior. Es la primera vez que en la escuela de Sufismo Naqshbandi que un hijo sucede a un padre. Yo tengo, acá en Olavarría, la primera reproducción de la tumba de su papá. La original está Chipre y aquí no es más que un recepcionador de energía espiritual, que se amplifica a 200 kilómetros a la redonda y nos hace bien a todos.
El Islam es amor, más allá de lo que digan los medios nocivos con respecto a nosotros. No estamos ahí, ni en los medios ni en la política. Me hago cargo de invitar a la gente a hacer amor, que vengan y que averigüen qué es lo que hacemos, qué es lo que fabricamos, cuál es la doctrina que dicen, no porque es un centro de adoctrinamiento, sino porque buscamos que la gente vuelva a su cauce.
– Se toman algunas posiciones más extremas como para generalizar y eso genera un estereotipo
– Exactamente. El sufismo es la parte mística del Islam y hacerse de esa parte es más complicado porque no es intelectual.
Nosotros primero pasamos por el corazón y desde ahí llegamos al intelecto. Hacemos un camino distinto, no intelectualizamos y después bajamos al corazón. No nos interesa convencer a nadie, lo que sí nos interesa es conmover. Porque cuando uno conmueve toca corazones y para poder tocar corazones, la emisión debe ser de corazón sí o sí.
– Contame cómo fue tu acercamiento al Islam
– Nunca había practicado un camino espiritual pero vengo de familia muy católica. Mis hermanos menores, mi hermana y mi hermano, Comunión, Confirmación y consagración a la Virgen de Pompeya. Y yo llegué a virgen de religiones porque nunca me cerró un camino espiritual.
Me encontré en marzo del 2010 con alguien que vino a darle cursos de Reiki a los maestros de Reiki acá en Olavarría. Me dio Reiki, me pasaron cosas raras y ahí me enteré que y que existían los sufies y que el sufismo era la parte mística del Islam y que eran musulmanes.

Con este hombre, que me dejó muy curioso, empezamos a charlar y todo lo que me contaba y me decía me cerraba hasta que un día le dije lo que me contás es muy bonito pero del dicho al hecho hay mucho trecho. Yo quiero ver con mis propios ojos y quiero poner el cuerpo a la situación a ver si es cierto. Ha pasado mucha agua desde allí. No se ve pero me emociona, porque el amor me conmueve
– Hay un camino personal pero también social, la vocación de construcción colectiva, de organización
Empezamos a generar una serie de seminarios en Olavarría, Henderson y en varios lugares y así fue llegando gente a tomar seminarios de sufismo. Hoy somos un grupo grande. Estuve diciendo en algunos otros medios que somos 120 personas pero el elenco estable, somos 40 o 50.
La mayoría son olavarrienses. Somos todos conversos pero que venimos con una reminiscencia que nos toca el corazón. Mi familia vino de Brasil y mi descendencia es del norte africano, que es donde traían esclavos los portugueses a trabajar. Entonces mis ancestros eran musulmanes. Mi apellido es Silva porque mis ancestros fueron a trabajar a la finca de Don Da Silva y ahí al esclavo le cambiaban su nombre y su apellido, le ponían Silva.
-Tienen un comedor social y ayudan a muchas personas
– Lo empezamos en la pandemia. Yo me crié en un sector social bastante bajo. Me encontré con un amigo de infancia que iba caminando y lo llevé en mi camioneta. Lo noté mal y le digo, ¿qué te pasa? Entonces me contó que no podía trabajar porque a los albañiles no los dejaban y que iba a casa de la hija y no tenían para comer.
Estaba desesperado. Me sonaron las alarmas y ahí me puse a pedir colaboración. Conseguimos comida para llevar y en la reunión de hombres ellos consiguieron alimentos y así empezó la olla. Primero fue itinerante. Íbamos a tres barrios, al Belén, al Isaura y si sobraba al Eucaliptus. La gente se acercaba con sus tuppers y les servíamos desde la camioneta o desde el auto. Después ya lo fijamos acá y más o menos vienen 150 personas.
– No te puedo dejar de preguntar por toda esta repercusión que ha habido y algunos comentarios como los del empresario Marcos Galperín que dijo que “estamos jodidos” o del legislador Ramiro Marra, quien pidió no darles ni un centímetro porque así empezaron en Europa. ¿Qué les genera todo eso?
Me genera pudor porque no quiero entrar en el mundo de los famosos (se ríe). En realidad me genera misericordia, porque todo esto se produce por una cuestión de ignorancia. A mí me pasa. Yo ignoro quien es este empresario donde compran y venden productos a gente que es musulmana. Pero para el comercio no hay restricciones sí para una mezquita. Ni saben cómo hicimos la mezquita, ni que somos de una rama del sufismo. No tienen ni idea de nada y hablan desde un sentido ignorante. Y no está mal porque muestran su pasar por este mundo.
A Galperín no lo conozco, a Marra no lo conozco. San Lorenzo 2874 es la dirección de la mezquita. Está en Olavarría y son muy bienvenidos y puedan llegarse a que escuchen ‘la doctrina’ según ellos. El Islam no es adoctrinamiento. Estoy hablando de amor . Si tenemos que seguir una doctrina es la que dicta nuestros corazones. El Islam es amor por más mal que les pese, por más publicidad errónea que quieran hacer. No nos van a correr de nuestra práctica amorosa, seguimos con nuestro comedor. Y si ladran Sancho señal que cabalgamos. Es viejísimo eso y sigue así. No me preocupa, sí me ocupa. Y me he encargado de avisarle a la gente que no responda este tipo de ataques porque nosotros no estamos ahí.
– ¿Hay tolerancia en Olavarría? ¿Se sienten integrados?
No solo hay tolerancia sino que hay integración. Nosotros hacemos meditación libre y gratuita los jueves a las 21:00. Nos sentamos a tocar corazones, nada más. Los seres humanos somos naturalmente tolerantes. Las sociedades nos imponen cosas que nos privan de esa tolerancia y las personas empiezan a encontrar su cauce. Y muchas veces el cauce de las personas no es el Islam.
 Pero no importa, porque la idea es que la gente encuentre el cauce pero basado en su corazón, no en su mente. Que se siente a sentir y no a pensar. Cuando uno desde el sentir empieza a encontrar su luz y si te toca ser católico ese es tu camino o ser mormón ese es tu camino. Si te toca ser Testigo de Jehová ese es tu camino y si te toca ser ateo fantástico, estás más cerca del Islam que de otra religión. Nosotros empezamos diciendo no hay más Dios que Dios. Los tratamos bien a los ateos
– En la provincia ya hay muchas mezquitas, no es algo extraño como se quiere plantear
Mirá, hay en Lobos, hay en Mar del Plata que están hablando de una, pero en realidad hay dos, porque de la que están hablando no es nuestra pero también está la mezquita Sufi.
Acá, en este caso, se hizo un frente de mezquita porque quien se puso a ayudarme, viene del mundo mezquita, y por una cuestión de buenos modales, acepté que hagan un frente de mezquita.

Entonces digo, bueno, el frente de mezquita, corazón de Dergah. Los musulmanes Sufi usamos Dergah que son similares a una capilla, son iguales a cualquier casa de cualquier vecino. Acá se hizo este frente bonito porque esta gente tenía muchas ganas. Acepté y estuve acertado. Hoy digo, qué bueno que acepté, porque realmente es un imán. La gente entra, pregunta, está contenta, le gusta, los vecinos están encantados.
Si me pongo a contar más en La Plata hay otra mezquita, en Buenos Aires hay dos. Hay por todos lados. Pero bueno, cuando hay algo así notable surgen este tipo de negaciones.
-¿Necesitan alguna cuestión administrativa para funcionar?
– Hoy por una cuestión organizacional y urbana, ponele, uno se remite al Ministerio de culto de la provincia y todo este tipo de trámites y de cosas. No hay problema con eso y de hecho, tenemos estos trámites hechos. Pero no tendría que haber restricciones, sería como si los seres humanos tendríamos que sacar un permiso a un ministerio para poder ir al baño. Es una cosa natural esto, es inherente al ser humano, es inherente al ser.
Por último, ¿querés dejar algún mensaje?
Vengan. Reencuéntrense con su corazón y saquen ese ser humano hermoso que toda la humanidad porta y lleva dentro. Vengan a reencontrarse con esa luz que está puesta en su corazón en el momento en que venimos al mundo y que tanto bien nos hace a los seres humanos.



 
                                    