La suspensión- hasta nuevo aviso- de las exportaciones de harina y aceite de soja cayeron como una “bomba” en los sectores exportadores ligados a la comercialización de estos insumos y en las organizaciones del campo que volvieron a agitar el fantasma de las retenciones.
Una vez conocida la novedad, denunciaron un abrupto “cambio en las condiciones de comercio exterior”. La Cámara de la Industria Aceitera Argentina (CIARA) advirtió que la situación “pone fin a los fideicomisos de maíz, trigo y aceite” y se quejó de la postura del gobierno ante un contexto internacional favorable.
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“El drama de la guerra tiene una faceta innegable de oportunidad para nuestro país: la mayor demanda de granos y subproductos agrícolas -además de la suba de precios- en un momento en que la Argentina necesita mejorar su ecuación fiscal” dijeron.
La situación llevó a fuertes reclamos. Según pudo saber Infocielo, las quejas llegaron hasta el secretario de Comercio del Interior de la Nación, Roberto Feletti, quien este lunes encabezó reuniones de urgencia para sostener los acuerdos referidos a la canasta de precios cuidados.
“Quieren exportar todo” se quejaron funcionarios nacionales, a propósito de la actitud tomada por algunos dirigentes del campo y al rol a la defensiva adoptado por las entidades, dado que las medidas alcanzan a un “sector acotado”. En esa línea, se expresó recientemente el ministro de Economía, Martín Guzmán , quien aseguró que “No se está contemplando un aumento de los derechos de exportación de los granos”.
Desde el Gobierno, subrayaron que el rol del Estado en proteger el mercado interno para que los precios no se disparen. Por estas horas, hay un especial esfuerzo de las autoridades en hacer valer los “acuerdos ya firmados”.
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