Hay que admitirlo: es casi tierno. Imaginenos a “Bertie” Benegas Lynch —diputado de La Libertad Avanza, libertario premium, egresado de la ESEADE (la misma institución que doctoró a Javier Milei, dato no menor)— tecleando furioso su proclama patria en Twitter, con el pecho inflado y el pulso firme, dispuesto a abrirnos los ojos a los argentinos de bien.
“Feliz día, argentinos de bien! No caigamos en la trampa de los q quieren mantener privilegios y pretenden legitimarse cantando el himno y hablando de republicanismo, modos y lloran grieta. Son los peores de todos. Para la independencia hubo una grieta. Hay cosas q no se negocian.”
Ay, Bertie. Qué emocionante. Qué épico. Qué… mal googleado.
Porque el diputado de las convicciones innegociables, el que denuncia grietas como si fueran zancudos (mosquitos) bolivarianos, ilustró semejante arenga patria con una imagen supuestamente del 9 de julio de 1816, día de la independencia argentina firmada en Tucumán. El único detalle —mínimo, insignificante— es que la imagen es de la independencia de Venezuela.
La metida de pata
No es meme, no es fake news. Es puro Bertie.
La foto —bah, en rigor, pintura— corresponde al 2 de marzo de 1811, cuando en Caracas se instala el Primer Congreso Nacional venezolano, poniendo fin a la Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII (el mismo rey español que andaba de rehén de Napoleón). Unos meses después, el 5 de julio de 1811, se firmaría la declaración de independencia venezolana, dando forma a la Primera República.
O sea: ni 9 de julio, ni Tucumán, ni 1816. Bertie colgó un cuadro de otro país, de otra independencia, de otra época, con tipos vestidos de levita y peluca, firmando papeles en nombre de Fernando VII.
Y nosotros acá, pobres mortales, creyendo que el himno, la escarapela y el Congreso de Tucumán alcanzaban para conmemorar la Patria.
¿Lo más genial? Que mientras él sermonea sobre no caer en trampas y no negociar convicciones, se comió la trampa más básica: no saber distinguir a Bolívar de Belgrano.
Bastaba un Google Lens, Bertie. O al menos pasar un examen básico de secundaria.
La “Élite” intelectual, estéticamente superior
Las redes, naturalmente, hicieron lo suyo. Algunos comentarios, dignos de museo:
“Bertie Venegas Lynch celebra el 9 de julio con la independencia de Venezuela. Son la élite intelectual, dicen.”
“No tienen ni a uno solo que pase un examen básico de secundaria.”
“Igual tiene razón Bertie, la grieta empezó en 1811… ¡en Caracas!”

Mientras tanto, en Instagram, los venezolanos recuerdan cada abril con fervor que el 19 de abril de 1810 marcó el inicio de su proceso emancipador, cuando Vicente Emparan, Capitán General de Venezuela, renunció a su cargo, dando paso a la Junta Suprema de Caracas. Luego, el 2 de marzo de 1811, se instaló ese Congreso que aparece en la famosa pintura que Bertie confundió con Tucumán, y el 5 de julio de 1811 sellaron formalmente la independencia.
Así que, Bertie, para la próxima:
Independencia Argentina: 9 de julio de 1816, Congreso de Tucumán.
Independencia Venezolana: 5 de julio de 1811, Caracas.
No es tan difícil. Y menos si uno se llena la boca hablando de “argentinos de bien” y de grietas innegociables. Porque si hay algo que no se negocia, Bertie, es googlear antes de postear.
Mientras tanto, nosotros vamos a seguir cantando el himno y hablando de republicanismo, aunque no seamos de “los argentinos de bien”. Porque al menos sabemos que la independencia argentina no se firmó en Caracas.
Feliz 9 de julio, Bertie. Seguí festejando el 4 de julio, o como ahora, el 5 de julio venezolano. O lo que sea que estés celebrando.

