La Cámara Argentina de Comercio y Servicios(CAC) publicó su informe mensual sobre el consumo con los datos de junio. Mientras el gobierno nacional habla de un rebote, el relevamiento pinta otro cuadro. Consecuencias de la caída del poder adquisitivo.
El Indicador de Consumo (IC) de la entidad registró una baja del 9,8 por ciento interanual. La retracción se repite si se compara a junio con el mes anterior (fue del 3,3 por ciento) y también si se mide todo el semestre contra el mismo periodo del año pasado (5,3 por ciento en este caso).
Según el reporte de la CAC, esta baja del consumo tiene una explicación y es la caída del poder de compra de los hogares del 21 por ciento. Durante junio “continuó la tendencia negativa en la compra de indumentaria lo cual sostiene la idea de la reestructuración del gasto de las familias”, advirtieron.
Esa tendencia a “reestructurar gastos” sugiere que no se revertirá la baja que padecen algunos rubros salvo que haya una recomposición de los ingresos. A esto, el relevamiento de la CAC le agrega que la retracción fue “generalizada”.
Los sectores más afectados
El rubro de indumentaria y calzado mostró en el sexto mes del año un decrecimiento estimado de 26% interanual. Nuevamente, esto se explica por la postergación de consumos no fundamentales a raíz de una caída del ingreso real de los hogares.
El capítulo de transporte y vehículos mostró un decrecimiento estimado del 12,4 interanual. La caída se explica por un nivel de patentamientos de automóviles que cayó un 24% en términos interanuales, marcando un valor muy bajo para el mes.
Recreación y cultura mostró en junio un decrecimiento de 33,7% interanual. Esto se explica por las mismas razones que el segmento indumentaria y calzado: la caída en el ingreso real redujo el poder de compra y postergó el acceso a bienes y servicios relacionados al ocio.
En cuanto al apartado de vivienda, alquileres y servicios públicos, este mostró un decrecimiento estimado de 5,7% interanual en junio del presente año. Esta caída se debe principalmente a una menor demanda eléctrica que el año anterior y una contracción del ingreso real.