Septiembre comienza con un frente cambiario cargado de incertidumbre. El último Balance Cambiario del Banco Central, analizado por el CEPA, muestra que la formación de activos externos –la clásica “fuga de capitales”– alcanzó en julio los USD 5.432 millones, la segunda cifra más alta desde que existe el Mercado Único de Cambios. En apenas cuatro meses, esa salida neta asciende a USD 14.719 millones, un monto superior al financiamiento que recibió el país del FMI en ese período.
A diferencia de ese drenaje, las reservas pudieron respirar gracias a una liquidación extraordinaria del agro en julio. El fin de un beneficio en retenciones motivó adelantos de ventas: llegaron más de USD 10.000 millones, permitiendo mostrar un saldo positivo en la cuenta corriente cambiaria. Pero quedó claro que fue más un parche que una tendencia sostenible.
Además, mientras el complejo agroexportador aportó casi USD 20.000 millones en lo que va del año, los particulares demandaron prácticamente la misma cifra para atesoramiento. En la práctica, lo que entra por exportaciones se va por ventanilla.
A esto hay que sumar los agujeros crónicos de turismo e intereses de deuda. Desde diciembre de 2023 hasta julio de 2025, el superávit acumulado en bienes fue de USD 33.184 millones, pero, al restar turismo (-12.302) e intereses (-17.757), lo que queda es apenas USD 3.125 millones. El esfuerzo productivo se diluye en viajes al exterior y compromisos financieros.
Pero hay más: julio rompió todos los récords de dolarización. Casi 1,3 millones de personas compraron USD 3.408 millones, un 42 % más que en junio, frente a ventas de apenas USD 367 millones como ya contó Infocielo. Esa estampida no es racional: es la manifestación palpable de una ciudadanía que pierde confianza en el poder. Si la gente sale corriendo a comprar dólares —mientras el Gobierno envía señales mixtas y ambiguas—, queda claro que el plan cambiario no alcanza para calmar los temores, solo los refuerza.
Con este clima, el mes arranca con el Gobierno de Javier Milei en la defensiva y en las puertas de las elecciones bonaerenses del próximo domingo. La pregunta es si tendrá margen junto a Luis Caputo para frenar el pánico y reencauzar expectativas, o si el dólar volverá a ser el gran protagonista.