Con la llegada de las altas temperaturas, la Provincia de Buenos Aires se ve ante un aumento significativo en la demanda de agua potable, una situación que se agrava por la persistente sequía derivada de la crisis climática. Este fenómeno no solo afecta la disponibilidad del recurso, sino que también pone de manifiesto la necesidad de cambios urgentes en los hábitos de consumo y una inversión sostenida en infraestructura. En este contexto, Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA) ha implementado un plan de acción que incluye una inversión superior a los $4.000 millones para mejorar el servicio en distintos municipios y hacer frente a las dificultades que genera el alto consumo y la escasez.
Cada verano, la combinación de escasez hídrica y alto consumo genera dificultades en el acceso al agua potable. Para mitigar esta problemática, ABSA desarrolló un plan de obras de mantenimiento que incluye la construcción de nuevas redes y el reemplazo de cañerías obsoletas. “Al comenzar la temporada estival tenemos un gran desafío porque las altas temperaturas aumentan el consumo. Para ello hay que invertir en obras, y esto es lo que estamos acordando en distintas zonas de la Provincia”, destacó Hugo Obed, presidente de ABSA.
La sequía, uno de los efectos más severos del cambio climático, provoca una disminución prolongada de precipitaciones que impacta de manera crítica en la disponibilidad de agua para el consumo humano, la agricultura y la industria. Asimismo, reduce los caudales de ríos, afecta los embalses y aumenta la intrusión salina en acuíferos, especialmente en zonas costeras, lo que deteriora la calidad del agua.
Obras y estrategias para garantizar el acceso al agua
Ante este panorama, la Provincia implementó un Plan de Mantenimiento Operativo que incluye el reemplazo de redes obsoletas, la construcción de nuevas cañerías y mejoras en plantas potabilizadoras, pozos y estaciones elevadoras. Además, se prevé un abastecimiento alternativo mediante camiones cisterna en momentos críticos. Este enfoque busca asegurar que las zonas más vulnerables puedan enfrentar los picos de consumo durante los meses de calor.
De cara a la próxima temporada, ABSA desarrolló un Plan de Abastecimiento Alternativo y Mejoras a Corto Plazo, que incluye no solo obras de infraestructura, sino también la adquisición de equipamiento para garantizar un servicio confiable. Entre las medidas se encuentra la contratación adicional de camiones cisterna para reforzar la asistencia en situaciones de emergencia.
Un llamado a una nueva cultura del agua
Más allá de las inversiones, el cambio de hábitos es fundamental para enfrentar la crisis hídrica. Hugo Obed resaltó la importancia de fomentar un uso consciente del agua: “El uso del agua es una construcción constante y es uno de los desafíos 2030 que propone Naciones Unidas. Hay que concientizar a los chicos desde pequeños”.
Entre las recomendaciones se incluyen restringir usos no prioritarios como el llenado de piletas con agua de red, el lavado de autos y el riego durante las horas de mayor calor. Adoptar estos hábitos responsables y solidarios no solo optimiza la disponibilidad del recurso, sino que también evita que el derroche de un usuario perjudique a otros.
Las obras públicas y la concientización social son pilares clave para garantizar el acceso al agua en la Provincia de Buenos Aires. La comunidad, como parte activa de esta solución, tiene el poder de contribuir a través de un consumo más responsable y cuidadoso.



