
Bolivia enfrenta un momento crítico a partir de la llegada del Coronavirus: Con una población de 11 millones de habitantes el país andino está a punto de alcanzar los 100 mil contagiados y superó los 4 mil fallecidos, mientras que el sistema de salud se encuentra totalmente colapsado y con médicos que deben optar por disminuir las dosis de oxígeno que le suministran a los pacientes de terapia intensiva ante la escasez de este y otros insumos. Muchas de las personas que requieren ser internadas terminan muriendo en plena calle porque no llegan a ser atendidas y, ante este panorama, aparece Restbox como una alternativa ecológica y de bajo costo.
Cabe destacar que los ataúdes restbox fueron requeridos en otras situaciones de emergencia, como cuando ocurrió el tsunami en el sureste de Asia en 2004 que se llevó la vida de más de 200 mil personas. En aquél momento se recurrió a estos ataúdes ecológicos para poder dar sepultura a miles de víctimas de la tragedia.
Si bien, a raíz de la pandemia, comenzaron a atender llamados desde distintas partes del mundo como Brasil y algunos países de África, Faks señala que, en Argentina la comercialización de Restbox no creció respecto de los meses previos a la llegada del virus: “Acá en Argentina las ventas se mantuvieron parejas, pero en otros países sí creció y bastante. Mientras que el sistema de salud no colapse, la estadística general se mantiene igual”
¿Cómo es un ataúd Restbox?
Los ataúdes ecológicos que fabrica Restbox llevan el nombre de Mecox y respetan la forma tradicional de los que están hechos con madera, pero con la diferencia de que están fabricados con materiales que provienen en un 80% del reciclado del papel y cartón.
“Te ahorrás de talar dos árboles por cada ataude que consumís de los nuestros”, explicó Faks y señaló que “las desventajas de un ataúd tradicional es que, además de que estás talando árboles, los barnices que los recubren son contaminantes porque tienen plomo y materiales pesados las pinturas, entonces generan contaminación especialmente en los entierros”.
Debido a su composición, Restbox no contamina las aguas subterráneas de los cementerios, por no tener ceras, metales, ni barnices y se descompone en poco tiempo, sirviendo como nutriente para el humus. “Lo que nosotros buscamos es justamente eso, que se degrade, afirmó Faks y sostuvo que “el cuerpo se degrada igual aunque lo pongas dentro de un ataúd hermético en un 100%, no le vemos el sentido de querer evitar la degradación de lo que de todas formas va a suceder”.
En el caso de la cremación, los ataúdes de madera, además de emitir gases y contribuir a la contaminación del medio ambiente, generan un mayor consumo de gas para las funerarias por la dificultad para quemar la madera, mientras que uno de cartón desaparece en pocos segundos.
A pesar de que algunas personas temen que puedan desfondarse, los ataúdes Restbox, soportan el peso de la persona fallecida porque están hechos en una sola pieza de cartón corrugado de 5 capas, según informan desde la empresa.
“El cartón corrugado tiene ondas en el medio, con papeles y pegamentos especiales que lo hacen muy resistente”, detalla el titular de la empresa radicada en Pilar y asegura que “para poder romper un ataúd de estos tenés que poner 250, 300 kilos”.
En 2017, Mauricio Kalinov, quien era su socio pero dejó el negocio por problemas de salud, hizo llegar hasta la televisión su invento: fue en el programa A Todo o Nada, conducido por Guido Kaczka en Canal 13, donde se introdujo dentro de uno de los ataúdes Restbox y, entre el conductor y sus asistentes lo cargaron, comprobando que resistía.
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Cambio de costumbres
Según Faks, a pesar de los cambios que se vienen dando en materia social y cultural, siguen existiendo tradiciones muy conservadoras en determinados sectores al momento de despedir a un ser querido y esto influye en que los ataúdes ecológicos no sean del todo aceptados.
“Los prejuicios suelen venir más que nada de los cocheros, de la gente del rubro funerario”, explica el empresario, aunque aclara que “la gente joven lo entiende rapidísimo, entonces estamos teniendo mucha demanda de los hijos que reemplazan a los padres en las cocherías tradicionales”.
Para Faks, “el problema está en lo visual porque después, por más que sea un ataúd de lujo, termina yendo bajo tierra o al fuego, y eso lo vas a ver solo un ratito. No tiene mucho sentido invertir en un ataúd que dura diez minutos”.

Con el fin de esquivar las barreras culturales, que suelen generarse al ver un ataúd de cartón en un sepelio, Restbox ofrece fundas aterciopeladas biodegradables, que cumplen la función de recubrirlo totalmente y que no se vea el material con el que está hecho. Otra de las opciones que sugieren desde la empresa es alquilar un ataúd convencional y colocar dentro el ecológico para la ceremonia del velorio y que, si luego se crema, se queme solo este último.
“Hay formas de adornarlo para que vos veas lo que querés ver. Nuestro producto está hecho para que vos no lo tengas que ver directamente”, expresó Faks y aseguró que el ataúd ecológico “está hecho para poder solucionar el tema cultural con anexos como la funda o un ataúd de alquiler, que puede llegar a ser 10 veces mejor”.

Desde Restbox, empresa que tiene como principales clientes a cocherías, crematorios y cementerios, aseguraron que, de ser necesario, tienen una capacidad de producción de hasta 20 mil ataúdes por día.
“Cada vez se está haciendo más fácil venderlos porque la gente está concientizándose”, consideró Faks y expresó que “el mundo va hacia lo ecológico, si no vas a lo ecológico, vas al precipicio.”