La séptima sección electoral se convirtió en un bastión bonaerense de Juntos por el Cambio a partir de los triunfos consecutivos sobre el peronismo. En las próximas elecciones legislativas, pondrán en juego las tres bancas logradas en el Senado provincial durante el 2017.
Pese a que las expectativas se centran en conservar los tres lugares, un escenario de fuerte polarización con el Frente de Todos – similar a lo ocurrido en 2019- anticipa que ambas fuerzas están en condiciones reales de superar el piso del 33,33% de los votos. En esa hipotética situación, las disputas estarán centradas en los dos primeros puestos de la lista ya que el tercer casillero ofrecerá muchas menos seguridades que las otorgadas hasta ahora.
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Distintas fuentes consultadas por Infocielo coinciden en que “falta una eternidad” para las elecciones y que primero necesitan ordenarse algunos escenarios; ver quien se impone en la interna provincial y seccional de la UCR, sí habrá o no PASO y qué ordenamiento bajará de los niveles más altos de Juntos por el Cambio. A todo esto, se sumarán las habituales fricciones y acuerdos de última hora.
Sin embargo, algunos dirigentes de peso en la sección ya empezaron a moverse y dejan entrever sus expectativas de cara a las discusiones por la ingeniería electoral.
Olavarría y Azul plantaron bandera y se muestran alineados en un tándem para quedarse con los dos primeros puestos de la lista. El peso del padrón de sus comunas es el principal argumento que exhiben para conseguir los lugares de mayor preponderancia.
“Queremos que en la sección no vuelva a pasar lo del 2019” decía tiempo atrás a Infocielo el intendente de Olavarría Ezequiel Galli, uno de los alcaldes con fuerte presencia en el grupo Dorrego.
La expresión hacía referencia al desfavorable armado que le impidió colocar candidatos entre los primeros puestos de la lista de Diputados en la última elección. Por acuerdos y compensaciones a nivel nacional y provincial, aquella vez ingresaron dos dirigentes del PRO sin pertenencia seccional: Juan Carrara (Pilar) y Daniel Lipovetzky (La Plata), relegando al cuarto puesto a la candidata del intendente de Olavarría , Silvana Rosales, quien finalmente se quedó afuera de la Cámara baja.
Uno de los nombres apuntados para encabezar la nómina en el 2021 es el del actual secretario de Gobierno de Olavarría, Hilario Galli, primo del Jefe Comunal de esa ciudad.
Desde Azul, referentes del gobierno Pro- Peronista de Hernán Bertellys, coinciden en la preponderancia que han tenido junto a Olavarría a la hora de evaluar los buenos resultados electorales de Juntos por el Cambio en la sección: “Hemos dado sobradas muestras de representatividad y pertenencia” señalan, mientras destacan que tienen al “intendente más votado de la historia de Azul”.
En ese esquema, una de las posibilidades que intentan impulsar es la continuidad de la actual senadora provincial Lucrecia Egger. La esposa del secretario de Gobierno de Azul, Alejandro Vieyra, había asumido a fines de 2019 haciendo valer un acuerdo de rotación hecho por el ex jefe de Gabinete de la Provincia, Federico Salvai en 2017.
El pacto determinaba que el olavarriense Dalton Jáuregui, quien había desembarcado de la mano de la exgobernadora María Eugenia Vidal al gabinete de Galli, durante la crisis política post-recital del Indio Solari, ocupara una banca durante los dos primeros años y que la azuleña continuara por el resto del mandato. Pese a algunos tironeos, Jáuregui priorizó el “valor de la palabra” y dejó su lugar a Egger para retomar con sus tareas de asesoría en la Legislatura bonaerense. Desde ese momento, se mantuvo conectado a la sección a través de Juan Carrara.
El otro actor central para el armado seccional es el radicalismo. Su solidez en algunos distritos del centro bonaerense está dada por el liderazgo de los intendentes José Luis Salomón (Saladillo) y Ramón Capra (General Alvear) y el peso de dirigentes como el senador Alejandro Cellillo y la diputada Alejandra Lorden (vicepresidenta del Comité Nacional de la UCR). Esa fortaleza grupal, les permite tener expectativas de encabezar la nómina.
Trascendió que los intendentes mencionados no tendrían, en principio, intenciones de competir por una banca. De mantenerse ese escenario, el apuntado para la renovación es el actual senador y ex intendente de Alvear Alejandro Cellillo.
El primer escollo que deberán sortear será la interna de la UCR. Un resultado positivo a nivel provincial y seccional de la lista de Maximiliano Abad frente a la de Gustavo Posse será fundamental para consolidar sus expectativas en el armado seccional. “La interna es un necesario proceso oxigenador para nosotros” contó una importante fuente del radicalismo seccional.
Desde el entorno de este sector de la UCR, valoraron también la buena relación que mantienen con dirigentes de la Coalición Cívica como la senadora Carolina Tironi de 25 de Mayo – también asoma Juancho Cravero por Roque Pérez-. Estimaron que, desde el espacio que lidera Elisa Carrió, puede haber algunos “pedidos puntuales” de lugares en algunas de las secciones bonaerenses.
Aunque reconocen la importancia, en términos de caudal electoral, del tándem Olavarría- Azul consideran “prematura” la postura pública que adoptaron. Incluso de manera más informal, algunas boinas blancas se preguntaron si ese acuerdo se mantendría firme en el caso de que solo exista un lugar para repartir entre las dos ciudades.
Un escenario completamente distinto se abriría con una derrota provincial y seccional de la nómina de Maximiliano Abad a manos del intendente de San Isidro Gustavo Posse. En ese caso, crecería en expectativas el grupo de radicales que encabeza el olavarriense Franco Cominotto, quien se presenta como candidato a Secretario General del Partido. “El radicalismo va a defender su lugar” confiaron dirigentes de ese espacio, al tiempo que destacaron las construcciones con referentes seccionales del Partido Socialista, el GEN e independientes.
Tampoco hay que descartar los acuerdos de la “superestructura”. En ese esquema, siempre está latente la presencia del ex senador Daltón Jauregui, hombre de confianza de la ex gobernadora María Eugenia Vidal, quien podría cobrar en la séptima – o en alguna otra sección- por su gesto de hacerse a un lado en favor del espacio político al que pertenece. A fines del 2020, se lo vio activo con la organización de diferentes encuentros virtuales por Zoom de los que participaron María Eugenia Vidal y dirigentes de la sección. Esa postura de mayor protagonismo, habría generado recelos en algunos de sus eventuales competidores.
Por último, resta saber cómo se moverá el “monzoísmo” en cuyo armado seccional trabaja el ex secretario de Gobierno de Ezequiel Galli, Jorge Larreche y lo que pueda hacer Joaquín De la Torre, de buenas relaciones con el “peronismo amarillo” de Azul.
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