Unos diez cadetes de la Escuela Naval Militar de la ciudad de Ensenada, que tienen entre 18 y 24 años, navegan por primera vez en la Antártida reconocidos por su mérito académico a bordo del rompehielos ARA Almirante Irízar, buque insignia de la Armada argentina. Allí, realizan guardias en el puente de comando como parte de su formación profesional, en el marco de la primera etapa de la Campaña Antártica de Verano (CAV).
Práctica de navegación en la Antártida
Los diez fueron seleccionados entre 350 cadetes de la escuela que forma oficiales de marina en la isla Río Santiago, y son oriundos de distintas localidades de Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Misiones y Ciudad de Buenos Aires. Viven allí en el establecimiento, en un régimen de internado de lunes a viernes.
La Escuela Naval Militar
Es establecimiento educativo que capacita, forma e instruye a los jóvenes cadetes de la Armada Argentina otorgándoles valores inquebrantables que constituyen la vocación de ser marino. Los jóvenes que ingresan a la Escuela viven cuatro años en ella, permaneciendo de lunes a viernes.
El quinto año de su formación lo completan como Guardiamarinas en Comisión a bordo del Buque Escuela Fragata A.R.A “Libertad” con el objetivo de completar su práctica profesional y representar a la Argentina en otros países mediante un mensaje de paz, fraternidad y amistad.
Durante su carrera toman clases teórico-prácticas vinculadas al ámbito naval y al desarrollo de actividades deportivas que contribuyen a una completa formación física. Además, los cadetes embarcan en unidades navales y participan de diferentes adiestramientos para formarse en las actividades del quehacer naval.
La enseñanza del arte de navegar son algunos de los pilares en la formación de los hombres y mujeres que ingresan a la Escuela Naval Militar con una profunda vocación de servir a la Patria y custodiar los intereses marítimos argentinos en y desde el mar.




