En noviembre de 1882, el entonces gobernador Dardo Rocha daba el puntapié inicial a una epopeya urbana sin precedentes: fundar desde cero una ciudad capital para la provincia de Buenos Aires. La llamó La Plata.
La flamante Buenos Aires federalizada como Capital de la Nación había dejado a la provincia sin su corazón político y administrativo. La solución fue audaz, moderna y ambiciosa: una nueva ciudad, planificada al milímetro, con diagonales, plazas regulares y edificios monumentales.
Así nacía la nueva urbe. Pero, ¿cuánto costaría hoy repetir aquella hazaña?
INTELIGENCIA ARTIFICIAL AL RESCATE
Según una estimación realizada con parámetros actuales de urbanismo, infraestructura y servicios, fundar hoy una ciudad con características similares a las que tuvo La Plata en sus inicios —pensada para unos 30.000 habitantes— demandaría entre 1.300 y 1.500 millones de dólares.
Sí, más de mil millones de billetes verdes para levantar de cero una ciudad funcional, habitable y ordenada como lo fue la capital provincial en el siglo XIX. El cálculo contempla todo lo necesario: desde la apertura de calles hasta la construcción de edificios públicos y viviendas.
Por ejemplo, solamente urbanizar y nivelar el terreno, con apertura de calles, iluminación pública, veredas y cordón cuneta, representaría unos 150 millones de dólares.
A eso hay que sumarle el tendido de redes de agua potable, cloacas, electricidad, gas y conectividad digital, que escalaría fácilmente hasta los 300 millones.
Claro que una ciudad no es solo calles y caños. Una parte clave del presupuesto —unos 500 millones de dólares— iría destinada a levantar los grandes edificios fundacionales: una Casa de Gobierno, una Legislatura, un Poder Judicial, comisarías, escuelas, hospitales, plazas y espacios públicos.
Si además imaginamos la construcción de unas 7.500 viviendas básicas, para unas 30.000 personas, con un costo estimado de 40.000 dólares por unidad, estamos hablando de otros 300 millones.
Y no hay que olvidar el transporte, la logística, los caminos de acceso, una terminal, y los costos operativos iniciales (sueldos, maquinaria, planificación), que suman otros 150 millones más.
EN RELACIÓN AL ÚLTIMO PRÉSTAMO DEL FMI
Para ponerlo en perspectiva: el reciente acuerdo entre el gobierno de Javier Milei y el Fondo Monetario Internacional por 20.000 millones de dólares podría financiar la fundación de entre 13 y 15 ciudades como La Plata, partiendo desde cero.
Es decir, con ese monto se podría replicar todo lo hecho por Dardo Rocha más de una docena de veces… aunque claro, quizás sin diagonales ni tilos.
La comparación no deja de ser fascinante. En 1882, el Estado provincial no escatimó recursos para levantar su capital. No hay un número exacto documentado sobre cuánto costó fundar La Plata, pero sí se sabe que fue una obra colosal, con una comisión de materiales dedicada exclusivamente a comprar lo necesario, y una logística de avanzada para la época. Incluso, se llegó a importar maquinaria desde Europa y a contratar obreros especializados.
Hoy, con inflación global, suba de materiales, mayores exigencias ambientales y tecnologías más sofisticadas, levantar una ciudad con ese nivel de planificación y belleza demandaría una billetera tan ambiciosa como la visión que tuvo Dardo Rocha en el siglo XIX.
Quizás el verdadero costo de fundar La Plata no se mide solo en dólares, sino en coraje político y visión de futuro. Pero si alguien quisiera repetir la hazaña, que sepa: va a necesitar más que una pala y un plano. Va a necesitar una montaña de plata. O una visita al FMI.
¿No sería más justificado pedir préstamos para un fin así?