A seis días del brutal homicidio de Santiago Nahuel López Monte, el joven de 21 años asesinado de una puñalada en el pecho en Remedios de Escalada, la principal acusada decidió hablar. Su declaración dejó boquiabiertos a los investigadores.
La adolescente N.M.S., de tan solo 16 años, aseguró que no quiso matarlo y que la pelea que terminó con la vida de su novio fue solo un intento de “meterle miedo”. La frase, contundente e inquietante, quedó registrada en el despacho del fiscal Juan Ignacio Colazo.
Una relación marcada por el conflicto
Según reconstruyó la Justicia, la pareja pasó el día juntos en una vivienda de Lanús. El clima cambió al caer la tarde: discusiones, gritos y amenazas cruzadas. La menor relató que Santiago no quería dejarla irse y que el intercambio subió de tono hasta que él la tomó violentamente del cabello y la golpeó contra una puerta.
Fue entonces cuando, según ella misma declaró, corrió a la cocina y tomó un cuchillo. “Se lo amagué… quería asustarlo”, repitió. Pero el supuesto “amague” terminó atravesándole el pecho, a la altura del corazón. El joven se desplomó empapado en sangre mientras intentaba pedir ayuda.
Escape y excusas
Lejos de quedarse a asistirlo, la acusada entró en pánico, mintió y escapó. Primero dijo que Santiago se había lastimado con una reja. Luego, cuando vio a la familia del joven llegar desesperada, huyó a toda velocidad por temor a que la “ajusticiaran”.
Estuvo desaparecida 48 horas, hasta que una llamada que hizo a su padre —preso en la cárcel de Lomas de Zamora— permitió localizarla.
Hoy permanece detenida en un instituto de menores y enfrenta acusaciones gravísimas.
Sospechas que crecen
Para los parientes de Santiago, la declaración es una maniobra para minimizar su responsabilidad. Sostienen que había un historial de violencia y que el ataque “no fue casual”.
“No fue un accidente. Mi hermano ya había sufrido por ella”, aseguraron en las últimas horas.

