Una transmisión breve, un gesto definitivo y el silencio que quedó después. Aquella madrugada de viernes, alrededor de las 3.20, la casa situada en Congreso al 2700 fue escenario de un desenlace trágico: Karla Nahir Naomi Robles, una joven de 27 años, se quitó la vida mientras estaba en vivo por TikTok. En la pantalla, según consta en la investigación, pronunció una frase que hoy retumba en los expedientes y entre sus allegados: “Prefiero matarme antes que él me mate a mí”.
Las pesquisas, llevadas adelante por la Unidad Especializada de Homicidios I del Ministerio Público Fiscal de Tucumán, a cargo del fiscal Pedro Gallo, sumaron rápidamente piezas que vinculan a la ex pareja de Karla con el hecho. Diego Zerda, de 33 años —conocido en su entorno como “Mocho” y que trabaja como repartidor— fue detenido y está imputado por instigación al suicidio; además pesa sobre él una acusación por amenazas simples contra el hermano de la víctima.
El expediente incorpora evidencia contundente: el video de poco más de un minuto de la transmisión, capturas de conversaciones y un audio con amenazas que Zerda envió al hermano de Karla pocos minutos después del hecho, a las 4.17. En ese mensaje, el acusado profirió intimidaciones extremas: “Yo ya no estoy en mi casa, voy a andar en la sombra… si le hace cualquier daño a mi familia, te lo juro por mi hijo que los voy a matar todos”, advirtió, según transcribieron las fuentes judiciales.
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Testigos presenciales —tres amigas de la joven— declararon en la causa. Coinciden en que Karla estaba en tratamiento psicológico y que vivía con miedo, incluso por amenazas de supuesta “brujería” que le transmitían desde su entorno. Un informe del MPF sostiene que la violencia ejercida por Zerda sobre Karla no fue ocasional: desde 2022, durante una relación que duró cinco años, habría existido violencia física y psicológica.

El curso procesal mostró además que Zerda fue internado días atrás en el Hospital Obarrio por tratamiento psiquiátrico y medicado por un diagnóstico vinculado a adicciones. Sin embargo, un peritaje forense del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales concluyó que el imputado “tiene capacidad de comprender sus actos y dirigir sus acciones”, por lo que el fiscal consideró que existían riesgos procesales —peligro de fuga y entorpecimiento— y solicitó prisión preventiva por cuatro meses.
El juez actuante aceptó medidas cautelares pero por un plazo menor: Zerda quedó detenido con prisión preventiva por dos meses en un penal. Durante la audiencia, el imputado optó por no declarar.
En la voz de su madre, Mirta Robles, asoma el reproche y la impotencia que muchas familias sienten frente a la violencia de pareja: “Si lo hubiese detenido la primera vez que mi hija denunció, mi hija está viva. El fiscal me archivaba las causas”, dijo a los medios locales. Mirta aseguró que Karla hizo seis denuncias y ella dos.

