Hace tan solo tres meses, la policía de San Miguel del Monte persiguió a tiros a cinco adolescentes que terminaron impactando contra un camión estacionado: cuatro de ellos murieron. Ahora, la bonaerense vuelve a estar en el ojo de la tormenta.
Semanas atrás, el cuerpo de Jerónimo Rosales (36) apareció colgado en el patio de una casa deshabitada, a tan solo unos metros de la suya. Además, presentaba signos de tortura, prendas y elementos que no eran de su propiedad.
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El hallazgo ocurrió 40 días después de permanecer desaparecido, luego de que su pareja actual lo denunciara por una presunta violación hacia la hija menor de esta. Por su parte, la familia de su pareja –Luz Soprani- tendría varios vínculos familiares con la policía local.
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Lo cierto es que, la denuncia nunca fue ratificada por la madre de la presunta víctima y sobre el paradero de Rosales ya se habían iniciado dos causas. La familia apuntó contra la policía y el gobierno municipal que dirige la intendenta Sandra Mayol, quien había pedido “no politizar” el caso.
“Monte un pueblo donde no pasaba nada, hoy tiene una comisaria inmersa en conflictos. Primero la masacre de Monte, luego la aparición sin vida del cuerpo de Gerónimo Rosales, sin explicación alguna, aparece colgado…´supuestamente´ desde el día 1 (de agosto) en la casa vecina”, expresó en las redes su hermano, Alejandro.
Además, denunció diferentes irregularidades luego de que la policía encontrara el cuerpo sin vida. Según su hermano, los uniformados encontraron el cuerpo en el mismo barrio donde había desaparecido, levantaron el cuerpo a las 21 hs del pasado 31 de julio, “se lo llevaron para La Plata y posteriormente a ello, llamaron a la familia, sabiendo que existen dos causas de averiguación de paradero”.
Después, las fotos del cuerpo de Rosales fueron filtradas y a la familia se le negó presenciar la autopsia, algo que los hubiese alertado sobre los signos de tortura que tenía el joven.
También, los allegados al fallecido contaron que “los apuraron para enterrar el cuerpo” y que la intendenta “había pedido que no se hable de la causa” en medio de la campaña electoral.
“Nos queda a nosotros más que pedir un poco de verdad y visibilidad de estas irregularidades, que teóricamente se tendría que haber solucionado desde la ´masacre de monte´ y sin embargo estamos como la persona que busca resultados diferentes realizando siempre lo mismo”, manifestó el hermano de Rosales.
“Si se hubiese realizado un solo rastrillaje por el barrio, ¡nada más que por el barrio!, según los dichos de los oficiales, hubiésemos encontrado a Gerónimo, si estaba teóricamente en lo del vecino desde el día 1”, publicó Alejandro Rosales.
Según también relató su hermano, la causa por supuesto abuso de Gerónimo “estaba parada desde el día 1, porque nunca fue ratificada por la denunciante”. “Actuó de oficio justicia y el último movimiento de la causa es del 19 de julio, donde no hay pericias realizadas y nunca se llamó a cámara Gesell”, agregó su hermano.
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