Tony Jansen Valverde Victoriano, alias Pequeño J, el acusado de mandar a matar a Lara, Brenda y Morena en Florencio Varela, fue detenido en las últimas horas en la localidad de Pucusana, en Perú, y su resunta mano derecha, Matías Ozorio, cayó también en el país mencionado, informaron fuentes policiales.
Pequeño J fue capturado cuando se movilizaba escondido en un camión que trasladaba pescados y se dirigía a Lima, por personal de la Policía Nacional de Perú y de la Interpol de la Policía Federal Argentina.
Valverde Victoriano tiene nacionalidad peruana y por esa razón ya se inició las gestiones para la extradición. En tanto, Ozorio, al ser argentino, será expulsado de Perú en menos tiempo.
Con Pequeño J y Ozorio detenidos, ahora los aprehendidos por el triple crimen suman nueve. Ayer fue indagado Víctor Sotacuro Lázaro, de 41 años, el hombre peruano detenido en Bolivia el domingo último, acusado de movilizarse en un auto que servía de apoyo a la camioneta que trasladaba a las chicas.
Sotacuro declaró durante dos horas y habría brindado “mucha información”, explicó un vocero judicial.
Este lunes quedó detenida Florencia Ibáñez, sobrina de Sotacuro. Ella se presentó en la fiscalía y dijo que iba en el auto con su tío y un amigo.
El fiscal sospecha que en el auto Volkswagen Fox, el que fue incautado en las últimas horas, viajaban los autores de los asesinatos o testigos presenciales.
Con esa sospecha a Sotacuro le extrajeron muestras de las uñas para ver si se encuentra ADN de alguna de las víctimas fatales: Lara Gutiérrez (15), Morena Verdi (20) o Brenda del Castillo (20).
Arribas aguarda aún los resultados de los análisis de los celulares de los primeros cuatro detenidos: Andrés Parra, Miguel Villanueva Silva, Celeste González Guerrero y Daniela Ibarra, quienes están alojados en la Unidad 61 de Melchor Romero.
Aunque se afirmó en su momento que los crímenes fueron grabados y difundidos en vivo para 41 personas por una red social, ese video no parece y desde la fiscalía dudan de su existencia.
Por 300 dólares
Lara, Brenda y Morena, oriundas de la Matanza, aceptaron participar de una fiesta a cambio de 300 dólares, explicaron algunos testigos, y que el móvil de la masacre fue el robo de cinco kilos de cocaína.
Las tres chicas fueron captadas cuando se subieron a una camioneta blanca en La Matanza el viernes 19 de septiembre, y desde ese momento nada se supo de ellas hasta que el miércoles a la madrugada fueron halladas muertas en una vivienda de Florencio Varela.
Los cuerpos habían sido descuartizados y enterrados entre escombros. Acusado de cavar los pozos fue detenido este fin de semana Ariel Giménez, de 29 años.