Un Gran Hermano o un ojo que monitorea en tiempo real el comportamiento de más de 8.500 personas –6 mil reclusos del Servicio Penitenciario y 2.500 violentos de género– es la gran apuesta del Gobierno de la provincia de Buenos Aires para controrolar lo que ocurre tras los muros de las cárceles bonaerenses.
Se trata de un edificio nuevo que empezó a construir en el predio donde hoy se ubica la Jefatura del SPB, en la ciudad de La Plata, con características futuristas, dos plantas y más de 1.300 metros cuadrados cubiertos.
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Para llevar a cabo esa tarea, ya se removió la vieja locomotora que desde hace varias décadas se exhibía en los jardines de 6 y 35, y que se reubicará en la Estación Provincial de Meridiano V, un barrio al sur del casco de La Plata.
El gobierno bonaerense anunció el inicio de la construcción del Centro de Monitoreo, que demandará unos 300 puestos de trabajo directos y que se ejecutará bajo la órbita del Ministerio de Justicia provincial.
El espacioestará dotado con tecnología de última generación para realizar seguimiento a 6000 personas con arresto domiciliario y 2500 casos de restricción perimetral por violencia de género. La medida fue anunciada como “un nuevo paso en el proceso de informatización e interconexión digital del Servicio Penitenciario Bonaerense y sus 66 unidades carcelarias”.
Hay que destacar que dentro del Servicio Penitenciario cuenta con una dirección de monitoreo electrónico desde donde se realiza el control y la supervisión de los sistemas de seguridad para los reclusos bajo prisión domiciliaria.
Allí se fiscaliza, además, documentación inherente a cada interno, su legajo e historia clínica, para cumplir con los requerimientos judiciales, centros asistenciales o comunidades terapéuticas.
Desde esa dirección se efectúa el control de la información computarizada que emite la Central de Monitoreo Electrónico, verificando e informando el Juzgado que corresponda todo incidente que se produzca con relación a los internos.
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