Marcelo Weigandt, defensor de Gimnasia, en CIELOSPORTS
El chelo de Gimnasia, es el chelo para su familia y amigos, los que día a día lo ven caminar las calles de Lanús Oeste, compartir mates en su casa y charlas con los vecinos. Como cuando era chico, el futbolista Tripero sigue yendo a la cancha del barrio a ver los partidos de su papá (38).
El concejo de un pediatra fue el inicio del camino para que su madre lo lleve al club San Gerónimo y que empiece a jugar al fútbol. A los 6 años se sumó a Boca, donde se formó y debutó en Primera. Hoy con un buen presente en Gimnasia sueña con llegar a la Selección Argentina y vivir lo que ya sintió con en las juveniles cuando fue sparring y conoció a Lionel Messi.
En diálogo con CIELOSPORTS el lateral derecho Tripero analizó el momento que vive en el Lobo y destacó sus sueños. En un repaso desde sus inicios, Marcelo Weigandt repasó su camino para ser quien hoy genera admiración.
“El club me trata muy bien. Es mi personalidad ser así, me caracterizo por ser así, por dejar todo adentro de la cancha y disfrutar de lo que hago. Lo haría en Boca y lo hago en Gimnasia”, empezó diciendo el chelo Weigandt, jugador de Gimnasia, cuyo pase pertenece a Boca.
Y agregó: “yo voy a dejar todo adentro de la cancha en el equipo que esté. Yo soy de esa forma. Estoy muy contento de que el hincha se sienta identificado conmigo, voy a tratar de seguir de la misma manera”.
Esas formas, son las que notó el pediatra cuando lo atendió, luego de la visita de su madre quien acudió a él por su intensidad, y por su concejo empezó a jugar al fútbol en el club del barrio.
“Vivo en el barrio en el que me crié. Acá empecé a jugar al fútbol cuando me vieja me vio que de chico era muy intenso y el pediatra le recomendó que me lleve a hacer una actividad física. Así fue que empecé en el club San Gerónimo y a los 6 años me llevaron a Boca”, recordó al hablar de sus inicios en el fútbol y reconocer que ese temperamento que hoy lo distingue ya lo tenía de chiquito.
“Soy uno más en Chingolo. Vivo en Lanús Este, todos me tratan como uno más del barrio y eso para mí es muy lindo. A ellos no les importa que sea jugador sino que vaya a verlos jugar, a mis amigos y a mi viejo (juega de 2). La gente cuando voy se pone contenta porque no se acostumbra por ahí que un jugador profesional vaya a verlos”, agregó al repasar su historia familiar y futbolística.
El pibe de Monte Chingolo, y formado en las inferiores de Boca, sigue soñando como cuando era un chico y ser parte de la Selección Argentina es su mayor anhelo. “Ir a la Selección Mayor es un sueño pendiente para mí, estoy haciendo todo lo posible para poder ir en algún momento. Copio mucho a Montiel porque es el que está ahí, y por algo está. Uno trata visualmente de copiar las cosas buenas que ve y después trasladarlas al campo de juego”, reconoció Weigandt.
Justamente como sparring del seleccionado cumplió uno de sus sueños, conocer a Lionel Messi. “Tengo una foto con Lionel, cuando fui como sparring compartí tiempo con él y con el resto del plantel. A Messi no le podés poner la pata porque vuela. Cuando querés hacerlo, ya no está. Fue algo muy lindo para mí. Yo en ese momento estaba en la Reserva de Boca, y uno siempre sueña con poder tenerlo enfrente y poder disfrutarlo. Terminamos de entrenar ese día, empezaron a salir los jugadores porque habían terminado también y justo lo cruzo y le digo ‘Lio puede ser una foto’”, rememoró el Chelo al hablar de su foto con Messi y la experiencia en el seleccionado.