El Pincha y el Lobo tuvieron uno de los años con más Clásicos en la historia del profesionalismo, pero eso no se tradujo en goles sino que vino de la mano de uno de los que tuvo un promedio de gol más bajo de 1931 a esta parte.
Con la excepción del 2013 y del 2011, años en los que se disputó un solo Clásico en cada uno, para encontrar un año en el que entre Estudiantes y Gimnasia haya habido dos goles o menos hay que retrotraerse a 1999, cuando ambos partidos terminaron 0 a 0.
Ese año fue uno de los dos a lo largo de la historia en los que se cruzaron y no hubo goles, teniendo que remontarse hasta 1966 para encontrar el otro, y justamente esos dos son los únicos con un promedio de gol tan bajo como para superar a este 2014.
Con tan solo dos goles en cuatro partidos, el León y el Lobo cerraron el año con una cantidad de gritos muy baja, en una de las pocas veces en las que se enfrentaron más de dos o tres veces, y lo hicieron con un promedio de medio gol por partido.
A lo largo de la historia solo hubo un año en el que se cruzaron más veces que ahora, y ese fue 1976. En aquella oportunidad Pinchas y Triperos se vieron las caras en cinco oportunidades, dos por el Nacional y tres por el Metropolitano, convirtiendo 11 goles.
Por su parte, años con cuatro cruces al igual que este hubo cuatro, 1972, 1974, 1975 y 1993. En 1972, entre Metro y Nacional, anotaron 12 goles, en 1974 convirtieron 9 y en 1975 fueron 13, mientras que en 1993 contando la Copa Centenario fue cuando menos marcaron, 3, pero aún así más que en esta ocasión.
Desde lo emocional no caben dudas de que hubo espectáculo, pero desde lo que se vio en la cancha tampoco las hay: los dos tuvieron mucho miedo a perder y apostaron a cuidar el cero antes que a buscar el gol, quedando en deuda con las redes y en consecuencia con la gente.