Las negociaciones entre Sebastián Verón, Estudiantes y Foster Gillett van llegando a un momento crucial de la relación entre el club y el empresario norteamericano, al punto que el fin de semana pasado, las partes fijaron como objetivo cerrar el acuerdo marco antes del próximo sábado.
La información a la que pudo acceder Cielosports.com señala que no solamente el grado de avance ya es irreversible (tal como se adelantó en exclusiva en ediciones anteriores), sino que además se está alcanzando un punto de acuerdo en el que las partes fijaron fecha de firma del acuerdo marco sobre el que luego se seguirán puliendo detalles hasta el momento de presentarlo ante los socios.
Avances, rumores y desmentidas sobre el acuerdo de Verón
Las últimas semanas, tanto el club como los emisarios que representan los intereses de Gillett en Argentina, siguieron dando señales de entendimiento mutuo (otra vez con la presencia del empresario mirando a Estudiantes en cancha de Banfield) y de avanzar hacia un acuerdo más temprano que tarde, muy a pesar de las informaciones que circularon en sentido contrario, de las que se hicieron eco varias cuentas de X y algunos medios de comunicación. En ellas hasta se presagiaba la caída del acuerdo: “Nada que ver, se dice cualquier cosa. Nadie nos va apurar para llegar a un acuerdo, pero seguimos avanzando tal cual lo habíamos planeado”, le confió a este medio uno de los actores principales de los encuentros.
En ese sentido, a la ya presentada voz oficial de Guillermo Tofoni en Cielosports Radio confirmando los avances, se fueron sumando otras como la de Juan Cobian, ex jugador de fútbol y actual mano derecha de Foster Gillett, quien contó detalles de la empatía que alcanzó el magnate con Sebastián Verón. T ambién se sumaron ex jugadores como Mariano Andújar y Pablo Lugüercio, quienes abiertamente apoyaron la idea impulsada por el presidente de Estudiantes por el simple hecho de ser propuesta por la Bruja.
Mariano Andújar dejó en claro su confianza en Juan Sebastián Verón.
La firma de un certificado bancario, y qué piensa Sebastián Verón
Según pudo saber Cielosports.com, si los tiempos finalmente dan para cerrar todo esta semana, el próximo paso sería la firma de un “escrow”, un término en inglés que se utiliza para denominar un acuerdo legal en el que se emite un certificado bancario por un monto determinado de dinero que desembolsa el inversor, y que queda temporalmente en custodia de un tercero hasta que se cumplan determinadas condiciones pre acordadas. En este caso, la aprobación de la asamblea.
Sebastián Verón está convencido que Estudiantes tiene que ser el primero en recorrer este nuevo camino de inversiones a escalas nunca experimentadas en el fútbol argentino. Que el club llegó a un techo difícil de elevar, y que de la mano de una inversión de este calibre, Estudiantes va a posicionarse a otra escala en el concierto del fútbol sudamericano, a una velocidad imposible de conseguir con los métodos tradicionales. Que entre otras cuestiones, en la planificación del proyecto futbolístico, “soltarse de las necesidades” económicas, y tener más disponibilidad de recursos, liberarían al departamento de fútbol de la presión de “tener que acertar en todas” las contrataciones, y le daría mayor soberanía a la hora de desprenderse de futbolistas.
Cuentan que en la intimidad, el presidente de Estudiantes ya no ve razones para estirar las negociaciones: “el club no arriesga nada. Nosotros no ponemos nada. El acto de fe es del inversor. El club tiene un valor, por el orden institucional, social y económico, por eso nos elijen, pero nosotros no tenemos la capacidad de inyectar tanto dinero. Y para dar ese salto exponencial que ya recorren los clubes de Europa, hay que abrazarse a la incertidumbre” suele decir en círculos íntimos JSV para incentivar a los dirigentes más temerosos de acompañar el cambio de paradigma.
Verón está convencido que no hay nada que perder. Ni siquiera la furia desatada de AFA vs Fassi lo detiene. Y que para dar un salto en la calidad institucional, no puede dejar pasar esta chance. En el corto plazo techar UNO, incorporar canchas nuevas, centros de captación, nueva concentración, volumen de venta en tickets, centros de salud, plataformas, indumentaria, más plantel para llegar al mundial de clubes, y hasta la idea de construir un nuevo estadio en el futuro, sólo son imaginables con este socio inversor.
Foster Gillett monitorea desde EEUU y propone objetivos
Del otro lado Foster sabe que debe arriesgar, y está decidido a hacerlo. Para eso el desembarco debe ser en firme, sin grises, y persiguiendo “un programa “cash in”, es decir, todo a la reinversión” según le confiaron a Cielosports.com fuentes cercanas al americano. “Pone plata en un fútbol devaluado” en donde las reglas cambian con frecuencia, pero el concepto “es reinvertir para posicionar a Estudiantes en otro plano, aunque en los primeros años Foster no retire utilidades”. Para el magnate, la figura de Verón trasciende fronteras y es una garantía de respaldo difícil de conseguir en el mercado. Lo entusiasma ver que en esta materia en el fútbol argentino está todo por hacerse. Cuenta con el aval del gobierno nacional que impulsa la creación de las SAD (aunque en este caso no hay modificaciones estatutarias), y en ese punto le interesa ser punta de lanza para un proyecto que promete ser mucho más ambicioso, al punto que provocaría el desembarco de otros actores igual de poderosos. Además, juega un aditivo tan clave como intangible: Foster entraría en la historia del negocio como el primero en pisar fuerte en Argentina, y eso lo posiciona en su imagen empresarial con la visibilidad excepcional que sólo otorga el fútbol.
Por estas horas el club y el empresario trabajan en la valuación del paquete fútbol que actualmente estaría rondando los 50 millones de dólares. El mecanismo es reinvertir sostenidamente hasta llevarlo a mil millones, y recién ahí el negocio sería redituable en escalas significativas para el inversor, y para el club. Mientras tanto Estudiantes seguirá siendo una asociación civil sin fines de lucro, beneficiada por un desembolso inédito, en funcionamiento, infraestructura, sponsoreo, y fútbol, que rondaría inicialmente los 200 millones de dólares.
Además se trabaja en la composición de un consejo de fútbol (al margen de la secretaría de fútbol profesional que seguirá funcionando con Angeleri a la cabeza) en el que Estudiantes puede auditar las eventuales ventas del grupo inversor. Y por supuesto en un esquema de negocio de ingresos futuros, en los que con lógica quien más aporta, más gana. En definitiva, “Foster no es Papá Noel”, reflexionó uno de los actores principales de esta historia a la hora de poner en situación a quienes pretendían que las ganancias de Estudiantes sean mayores a las del socio inversor.



