La situación es extraña. Porque no hay señales, porque no hay explicaciones, porque en definitiva todo explotó en la Bombonera, cuando en un River flojísimo que no tenía respuesta ante Boca, Enzo Pérez ni siquiera ingresó un minuto. ¿Tan mal está el mendocino que era uno de los estandartes del equipo para ni siquiera entrar en esa circunstancia? ¿O pasó algo más?
Enzo lleva 53 días afuera, después de la lesión que sufrió ante Palmeiras, en la revancha de cuartos de final, pero a todo el Mundo River le sorprendió que ni siquiera tuviera participación en el Súper del domingo, aunque más no sea por la ascendencia que el mendocino tiene en el grupo y a su reciente paternidad sobre Boca, tanto en el Millo como en Estudiantes.
Incluso, Enzo estaba para jugar contra Gimnasia y tampoco Gallardo lo tuvo en consideración. Esa situación alimentó de alguna forma un posible conflicto con el Muleco, aunque desde River buscaron desmentirlo de todas maneras. “Es sólo futbolístico, lo ve por debajo de Portillo”, se encargaron de aclarar. Sin embargo, es una respuesta que no alcanza. “Hay un problema de confianza, ya no es el que era para el Muñeco”, aseguran también quienes más conocen al DT.
Lo que está claro es que ese escenario de alegría con la que Enzo volvió a River tras su exitoso paso por el Pincha se derrumbó. No sólo por los malos resultados del equipo, sino también por la situación del volante, que fue perdiendo terreno más allá de esta stiuación física que lo sacó casi dos meses de las canchas. De hecho, en Brasil, por la Copa, cuando se lesionó, arrancó de suplente en un partido en el que el Millo también se jugaba un todo o nada.

Estudiantes mira de reojo
Como publicó Cielosports, a pesar de sus 39 años, Enzo quiere seguir compitiendo en alto nivel y esta situación que vive en River potencian más ese deseo, porque su intención es terminar jugando y con protagonismo. Por eso, es un hecho a fin de año se despedirá del Millo, pero no de su carrera como futbolista. Ahí, entonces, podría arrancar otra historia en el Pincha, siempre que se den algunas condiciones, claro.

De hecho, Estudiantes sintió mucho su ausencia, no sólo por su prestación futbolística, sino por su carácter para llevar al equipo adelante, que fueron la clave para que el Pincha lograra dos títulos en el 2024. De hecho, ese liderazgo no pudo ser reemplazado este año y quedó a la vista.
Lo que está claro es que esta situación confirma el final del ciclo de Enzo a River y en Estudiantes no verían con malos ojos abrirle otra vez la puerta, teniendo en cuenta que el Pincha seguramente comenzará una nueva etapa, que se irán varios jugadores (¿su capitán Ascacibar?) y que necesitará líderes para reconstruirse, sobre todo si queda afuera de las copas internacionales, como por ahora pinta su horizonte.

