Mauricio Romero tuvo una noche perfecta, sacó todo por abajo pero fundamentalmente por arriba, una vía que el Ciclón que utilizó mucho en la segunda etapa, pero donde siempre respondió a la altura.
Luego de un inicio dubitativo con la camiseta de Gimnasia, las lesiones y suspensiones quizás lo hicieron salir a la cancha antes de lo pensando. Se notó en un principio su falta de juego, pero con el pasar de los partidos se fue consolidando.
Junto a él tuvo otro partido importante Enrique Bologna que dudó muy poco y que apareció en algunas de las contras de San Lorenzo sobre el final. Otra vez mantuvo el cero en su arco y es positivo.
Por último, hay que dejar unas líneas para el juvenil Matías Noble, que se afianza en el equipo y que muestra mucho sacrificio por toda la banda izquierda pero también frescura en el ataque del Lobo.

