Luego del ascenso que llevó a Gimnasia nuevamente a Primera División tras dos años en la segunda categoría, las renovaciones se convirtieron en el tema más importante, y en los últimos días se avanzó en la continuidad de Omar Pouso y Juan Carlos Blengio.
Sin embargo, hay otros dos casos que desvelan a la dirigencia del Lobo, como lo son las renovaciones de Facundo Oreja y de Facundo Pereyra, que no se encuentran en el mismo estado, sino que por el contrario están lejanas por cuestiones económicas.
Si bien la situación del lateral parecía ser la de más fácil resolución, en la última semana las tratativas se habrían estancado debido a ciertas diferencias en cuanto a los valores del contrato del jugador y, sobre todo, a la extensión del mismo (Ver aparte).
Mientras tanto, en el caso del delantero, las cosas asoman aún más complicadas, ya que el conflicto no es con el contrato del futbolista sino con el club dueño del pase, el Chiapas de México, al que habría que pagarle 800.000 dólares para quedarse con Pereyra.
Lo cierto es que las dificultades en torno a estos jugadores llevó a los dirigentes a pensar en variantes, y en este sentido Troglio, enterado de la situación, cuenta a los jugadores hasta el miércoles, día en el que deben volver a entrenar, y sino los dará por caídos.

