Si bien Gimnasia se mantiene aún en zona de clasificación a los playoffs del torneo Clausura, el presente del equipo que conduce técnicamente Alejandro Orfila no es el mejor en términos de regularidad y la incertidumbre respecto a lo que puede llegar a dar de aquí en adelante en cada vez mayor.
Los 10 puntos que consiguió el Lobo (3G, 1E y 4P), que lo ubican en la séptima posición de la Zona B, no son garantía de nada y de hecho podría quedarse afuera de los primeros ocho equipos si Sarmiento o Platense ganan sus respectivos partidos pendientes.
Lo que marcan sus números y su desempeño futbolístico es que al equipo le falta una vuelta de tuerca para terminar de convencer y para posicionarse definitivamente lejos de la zona baja de la tabla de promedios y de la anual. Entonces, ¿qué aspectos debe retocar Orfila para meter por primera vez al Lobo en los cruces mano a mano?
Orfila, Gimnasia y los puntos a reformular
Repetición y falta de variantes
Uno de los aspectos más cuestionado por los hinchas: la falta de alternativas. La propia irregularidad del equipo confunde al DT, dado que por momentos parece haber encontrado la fórmula pero rápidamente se desvanece. Ante ello, Orfila opta por no variar los nombres y pocas veces el esquema, perdiéndose así en una repetición constante que le impide al Lobo dar el salto.
Desde el triunfo ante Independiente hasta aquí, Orfila dispuso los mismos cuatro nombres para el armado del mediocampo: Merlo, Seoane, Garayalde y Panaro. Salvo este último, los demás no lograron ser constantes en sus respectivos niveles, pero aún así siguen siendo de la partida, habiendo opciones en el banco como Di Biasi, Augusto Max y Alan Sosa. Ahora, con Garayalde suspendido, Di Biasi podría tener una nueva chance de meterse en el 11 y de pelear por un puesto.
Cambios y rotación
De la mano de la falta de variantes llega también otro problema recurrente. En ocasiones, Orfila no logra encontrarle la vuelta al equipo durante los partidos y los cambios que dispone en cada uno de ellos no logran un efecto trascendente. Los ingresos no se dan de la manera esperada y no logran cambiarle la ecuación al desarrollo de los encuentros. Ingresos como los de Corbalán, Merlini, Juan Pérez y Zalazar suelen reiterarse en cada partido, aunque sin un resultado sobresaliente.
Actitud y entrega
Teniendo en cuenta que el Lobo no hizo un gran esfuerzo en el mercado de pases, y que más que reforzar el plantel incorporó caras nuevas, no se puede permitir negociar la actitud y la entrega. En algunos partidos Gimnasia logró compensar la falta de jerarquía con un sacrificio constante durante los 90 minutos, que le dio buenos resultados, pero luego lo fue dejando de lado y lo sufrió, dejando puntos importantes en el camino ante equipos de igual e incluso menor peso por nombre propio, como el caso de San Martín de San Juan.
Sequía goleadora
El momento ofensivo del equipo es preocupante. Apenas tres goles del Chelo Torres, uno de Suso y otro de Panaro son las cuentas claras de que al equipo le falta poderío en ataque. Solo el ex Boca saca un aprobado en dicha materia, ya que otros delanteros como Hurtado y Briasco están aún en deuda.
Niveles en caída libre
Algunos futbolistas que se consolidaron en el equipo durante el inicio del proceso de Alejandro Orfila hoy están lejos de su mejor versión. Como parte del problema de repetición mencionado anteriormente, el DT los sigue utilizando pero los jugadores continúan sin dar respuesta. Futbolistas como Garayalde, Merlo e incluso Suso, el capitán, se encuentran fuera de ritmo y muy por debajo del nivel mostrado durante las primeras fechas del Clausura.