Un verdadero escándalo se viovó en la décimo tercera fecha del torneo Clausura de México donde además de una pelea que pudo terminar muy mal entre técnicos argentinos el árbitro Fernando Hernández le dio un golpe en los genitales al volante, también argentino, Lucas Romero de León en el juego ante América.
La jornada de locura tuvo a Fernando “Tano” Ortíz (ex Boca y Estudiantes) invitando a pelear al platense Nicolás Larcamón, el entrenador de 38 años que hizo toda su carrera en el exterior. El duelo entre argentinos nació por los reclamos hacia el árbitro hasta que un momento el cruce verbal se puso personal y ambos se fueron expulsados. La remera de Larcamón quedo destruida después del careo con el ex zaguero pincha, campeón en 2006.
Este momento terminó siendo apenas un detalle ya que en el minuto 54, luego de que el árbitro le saque tarjeta amarilla al colombiano Stiven Guerrero, sus compañeros de León roderaron al árbitro para reclamarle y esto reaccionó aplicandole un rodillazo en los testículos a otro argentino, Lucas Romero, que cayó desplomado al piso.
“Son cosas que quedan dentro de la cancha… Yo no creo que haya sido con mala intención”, dijo Romero el final del partido para la televisión mexicana. “Yo no pido nada, simplemente que ellos (los árbitros) nos respeten como nosotros los respetamos dentro de la cancha porque son la autoridad ”, señaló el jugador al termino del partido
Minutos después del partido la Comisión de Árbitros de la Federación Mexicana de Fútbol informó que abrirá “un proceso de investigación sobre los hechos acontecidos con el árbitro Fernando Hernández en el partido América contra León”.
La pelea entre el Tano Ortíz y Larcamón
Si bien no se sabe con exactitud que fue lo que sacó a Ortíz de las casillas si se vio al entrenador dispuesto a todo.. Después del partido, Tano Ortiz no quiso dar detalles sobre el incidente, pero reveló la razón detrás de su ira: “Voy a decir una cosa, soy de la idea de lo que sucede en el campo se queda en el campo. Pero cuando hay un insulto para mi mamá, no ”, dijo entre lágrimas que sufrió la merute de su madre hace menos de un año.