La jornada de ayer cerró con dos resultados que, por sus consecuencias, pintan de cuerpo entero la realidad de 11 de los 24 equipos de la Superliga. La victoria de Colón sobre Gimnasia en el minuto final y la goleada de Estudiantes sobre un tibio Independiente tuvieron, en distinto contexto el mismo semblante al final: El desahogo.
La sensación que se impone es que hay equipos que en medio de los partidos parecen perder la calma y dejarse comer por la tensión de una realidad que los persigue en forma de promedios. La victoria de Colón sobre Gimnasia, no le produjo más que presión a la pincha que veía como los santafecinos se le ponían a un punto en la tabla de abajo. No hubo (ni hay demasiado) espacio para la gastada folclórica. Con la soga al cuello es difícil sonreír.
⚽