Gimnasia necesita recuperarse. Dejar atrás el par de golpes que le dieron San Martín en San Juan (0-1) y Lanús en La Plata (1-2). Y hacerse fuerte en casa, arropado por su gente, para archivar las derrotas consecutivas y retomar el camino de la confiabilidad en el Bosque.
Un terruño en el que el equipo sacó apenas el 45% de los puntos en 2025 -ganó apenas cuatro de 11; tiene nueve goles a favor y diez en contra– y que tendrá que transformarse en fortaleza en el sprint final del Clausura: allí se medirá a cuatro rivales directos en cinco partidos.
Una seguidilla clave en el Bosque
Con dos encuentros consecutivos en el Juan Carmelo Zerillo -el lunes de la semana próxima ante Atlético Tucumán; frente a Unión por el Interzonal de la fecha 8 post Eliminatorias– la oportunidad asoma ideal. Porque tanto el Decano como el Tatengue se encuentran en la misma situación delicada que GELP: mientras que los santafesinos tienen los mismos puntos (23), los tucumanos están apenas dos por encima.
Una vez superada esta seguidilla en casa, además, Gimnasia recibirá en el Bosque a Talleres (fecha 12) y a Vélez (en la jornada 15). Adversarios también comprometidos en la Anual: el Fortín de Guillermo Barros Schelotto, con 22 puntos, sigue debajo del Lobo aunque ese escenario podría revertirse si este lunes empata (lo igualará) o gana (lo superará).
En tanto que la T, en crisis y con el ciclo de Carlos Tevez prematuramente desgastado, se encuentra aún más complicado: tiene 18 unidades al igual que Aldosivi, aunque con un partido más. Es decir que si los marplatenses empatan o ganan ante Estudiantes, los cordobeses caerán al puesto de descenso por la general.
El desafío de Orfila para sostener la ilusión
Aprovechar las cinco finales que quedan en el Bosque -la restante, frente a Deportivo Riestra: podría ser clave para clasificar a la siguiente ronda del Clausura– será determinante para el elenco de Alejandro Orfila. Un equipo que también se medirá ante otro de los adversarios directos (Sarmiento) aunque de visitante. Una luz de esperanza en plena bronca por las caídas al hilo.
Ganar, entonces, es un objetivo que GELP tiene trazado en lo inmediato. Lo consiguió ante rivales complicados: el 1-0 ante Independiente y el 2-1 frente a Godoy Cruz (en una final: el Tomba también está complicado en la Anual) fueron un parámetro para medir el potencial que Orfila desea volver a explotar con todo. Y si en casa se logra una regularidad, la permanencia y la tranquilidad estarán más cerca.