Gimnasia dejó más que tres puntos en su visita ante San Martín de San Juan. Fue una actuación que, a todas luces, generó más inquietud que el propio resultado. Porque el equipo, además de perder, no dio las mejores señales, lo que obligará a tener que recalcular para las próximas fechas, porque con esta derrota se derrumbó parte de lo que Alejandro Orfila había construido en el inicio del torneo…
Acá, los cinco puntos claves por los cuales dio un paso atrás en esta fecha…
No lo jugó como una final
Primero y principal, el resultado. El Lobo se jugaba una final por la zona roja y el equipo no lo jugó como tal: dejó tres puntos de oro ante uno de los peores equipo del torneo, el que va último en la tabla anual y también en los promedios. Encima, dejó crecer a San Martín, que sacó cuatro unidades de seis ante rivales directos, ya que venía de igualar con Talleres. Como consecuencia de esa derrota, el conjunto sanjuanino ahora quedó a seis del Lobo en la general. Y además lo sacó a Gimnasia de la zona de los playoffs del Clausura. Ahora, el conjunto de Orfila está noveno en la Zona B.

La responsabilidad del DT
Orfila pifió en el planteo y también en el esquema. El 4-2-3-1 no le dio a Gimnasia lo que necesitaba. Fue un equipo sin consistencia y con poca sorpresa para atacar. El entrenador, incluso, reconoció que no pudieron ser “agresivos en ofensiva” y “no generaron situaciones de peligro”. Y que nada salió como se lo había planeado.

La defensa, sin solidez
Más allá del penal de Suso, que abre otra vez el debate sobre si esas manos deben ser sancionables o no (fue totalmente involuntaria, más allá de ampliar el volumen), el equipo no estuvo firme en defensa. En todo el partido, dio la sensación de ser vulnerable y habrá que ver si esto obliga a Orfila a meter mano en el fondo. ¿Habrá lugar para Germán Conti y cambiar así la dupla de centrales? El DT, por lo pronto, dejó una alerta en ese sentido: “Defensivamente en el primer tiempo no pudimos tener la solidez que veníamos teniendo“, avisó.
El doble cinco no funcionó otra vez
Lo que en un momento había resultado ser un acierto táctico de Orfila, el hecho de juntar a Garayalde con Seoane, y sacar al pibe Di Biasi, que se había ganado un lugar, en estos dos últimos partidos se desmoronó. No anduvo esa fórmula y el equipo quedó más partido en el medio. Incluso, contra Lanús, hasta el propio Seoane reconoció que no había tenido un buen partido con la pelota en los pies. Pues bien, eso se extendió en San Juan. ¿Volverá a tener chances el juvenil que se había ganado el lugar con el Traductor?

Los refuerzos todavía no aparecen
Salvo el Chelo Torres, que había pagado con goles contra Godoy Cruz y Lanús (en este caso no alcanzó), las incorporaciones de Gimnasia no terminan de ser soluciones para el equipo. Contra San Martín entraron Lomónaco, Juan Pérez y Zalazar, pero no pudieron torcer el rumbo del partido. Algo parecido a lo que había sucedido contra Lanús, cuando también ingresaron estas mismas tres incorporaciones. El Lobo necesita que quienes llegaron para fortalecer al plantel empiecen a aportar un plus que por ahora no se ve.