Alberto José Márcico jugó poco en Gimnasia. Sufrió lesiones graves. Se recuperó. Dejó su huella. Hablar del Beto es sinónimo del fútbol champagne que jugó uno de los mejores equipos de la historia del club en 1996, con Timoteo al mando y un grupo de jugadores que hicieron que el hincha disfrutase de verlos dentro de la cancha.
Al día de hoy, el Beto está identificado con Ferro, Boca y Gimnasia. Su relación con Griguol lo marcó para siempre, tal cual le sucedió a los hinchas del Lobo. Fue candidato a Director Deportivo en algunas elecciones atrás, pero el Beto excede cualquier tipo de función. El Beto es, fue y será el Beto Mágico para los hinchas.
Mientras terminaba de hacer algunas compras como cualquier vecino en CABA al Beto lo filmó un hincha de Estudiantes que le pidió un saludo: “Beto, ¿puede ser un saludito para la gente del Pincha?”. A lo que Márcico respondió con una sonrisa y su habitual buen humor: ¡Qué se vayan a la c… de su hermana. El domingo nos empataron de pedo…”.
El cruce siguió, con excelente onda entre ambos, cuando el hincha le recordó a Márcico la supremacía Pincha en los mata – mata ante Boca, que el ex volante minimizó. Fiel a sus raíces y su bonhomía, el Beto se fue con una sonrisa sin saber que se transformaría en uno de los virales post Clásico Platense.

