Juan Cataldi se mostró contento por una tarde que terminó siendo soñada en el Bosque, pero recordó un día en particular donde su hermano le pegó una patada a su abuelo en un partido familiar que también contó con Guillermo y Gustavo Barros Schelotto.
Todo comenzó con la anécdota que contó al aire de FM CIELO su primo, Bautista Barros Schelotto, quien juega en reserva y entrena algunos días en la primera. Recordó que en uno de los partidos, Juan terminó llorando de la calentura por haber perdido en su casa familiar.
“Mi primo Juan para mí es como un hermano. Tengo muchas anécdotas con él, pero que cuente que cada vez que jugábamos un partido el equipo de él perdía y terminaba llorando”, bromeó.
Cataldi se hizo cargo, pero agregó: “Jugábamos todos, mis tíos, mis primos y hasta mi abuelo. Eran bravos y al final volaba todo, se ponían picantes. Tomás (Cataldi) me acuerdo que un día que se enojó y fue y le pegó una patada de atrás a mi abuelo que se cayó al piso”.
“El que perdía se quedaba todo el día enojado, toda la semana era la cargada. Encima íbamos al colegio todos juntos y almorzábamos todos los primos en lo de la abuela”, cerró contando Juan.
La otra parte implicada, Hugo también relató su historia: “También están los partidos de Miramar donde siempre jugamos, pero somos cada vez menos. Es más, creo que este año me hacen el partido homenaje”.
Sobre aquella jugada con Tomás Cataldi que relató juan, mencionó: “Es muy chinchudo y vehemente. Mirá que es difícil golpearme a mí, pero si estás de espalda y no lo ves se complica”.
Crédito: Prensa Gimnasia.
SUEÑO CUMPLIDO
Más allá de hablar de sus sensaciones de jugar en 60 y 118 por primera vez, se encargó de dejar en claro que llegó por mérito propio, y que hasta hubo temporadas en las que no sumó un minuto.
“Nadie me regaló nada para llegar a hacer una pretemporada o debutar, al contrario a habido años que se me hizo difícil jugar. Se dice o por ahí la gente piensa, pero cada técnico pone los jugadores que le gusta”, avisó Cataldi.
Pensando en su participación en el cotejo, explicó: “ Fue algo muy lindo, trate de entrar y disfrutar del momento. Entre a un partido difícil, contra Boca que trataba de atacar y me gustó”.
A la hora de hablar de lo que significó enfrentar a sus tíos, comentó: “Tenerlos como rivales en frente fue raro. Antes del partido lo pensé en algún momento, pero estaba tranquilo porque sabía que tenía que hacer mi trabajo”.
“En el túnel me lo cruce a Guillermo y me lo cruce. A Gustavo no lo había visto, pero cuando iba al banco me vio y me empezó a hacer señas como que me iba a matar”, completó diciendo entre risas.