En una hamburguesería de Goiânia, Brasil, decidieron romper todos los esquemas con una propuesta que no pasó desapercibida: un sándwich que mezcla carne, queso provolone derretido, bacon crocante y, como toque final, una generosa cucharada de dulce de leche.
La idea era arriesgada y buscaba justamente generar sorpresa, pero el resultado terminó siendo un fenómeno en redes sociales que desató una catarata de comentarios, la mayoría cargados de indignación, sarcasmo y hasta memes.
El posteo original en Instagram acumuló miles de reacciones en pocos días y dejó en claro una cosa: cuando se toca el dulce de leche, los argentinos no perdonan.
Para muchos usuarios, la hamburguesa representaba una especie de sacrilegio multinacional, comparable con un atentado al patrimonio gastronómico.
“No lo puedo creer, ¿cómo van a hacer esa atrocidad con el dulce de leche?”, escribió una usuaria. Otro fue más allá: “Ustedes tienen que ser expulsados del territorio sudamericano y del Mercosur junto a toda su descendencia”.
Reacciones entre la risa y el rechazo absoluto
Los comentarios variaron entre la broma y la repulsión. Algunos trataron de tomárselo con humor, como el que preguntó si la hamburguesa venía “con cajita de vómito feliz” o el que sentenció “hígado salió del grupo”.
Otros, en cambio, se mostraron visiblemente ofendidos: “Qué manera de faltarle el respeto al dulce de leche”, opinó una usuaria indignada.
El punto más repetido fue el supuesto estado de la carne, que muchos señalaron como cruda en las imágenes. Esa combinación, sumada a la dulzura empalagosa del dulce de leche, terminó de disparar frases lapidarias como “qué asco la hamburguesa cruda y dulce de leche, están locos” o “encima de jugar con el dulce de leche así, esa hamburguesa re cruda”.
En medio de la ola de críticas, también aparecieron los chistes creativos: “Te faltaron las Oreos, no puedo creer las boludeces que inventan” escribió un usuario, mientras otro ironizó con espíritu patriótico: “Solo los argentinos sabemos cómo usar el dulce de leche”.
Una receta polémica que (quizás) logró lo que buscaba
Más allá del rechazo masivo, lo cierto es que la “Turco Hamburguesería” de Goiânia logró su objetivo principal: viralizar su producto. La heterodoxa creación ya es conocida mucho más allá de su ciudad, y aunque la mayoría de las reacciones fueron negativas, el escándalo mediático sirvió para poner al local en el mapa.
En el fondo, lo que esta hamburguesa provocó fue un debate cultural: ¿hasta dónde se puede experimentar con un símbolo gastronómico tan intocable como el dulce de leche?
La respuesta de los argentinos parece clara: hay límites que no se cruzan. Sin embargo, el marketing de lo prohibido funcionó, y lo que nació como una receta excéntrica terminó siendo un fenómeno continental en redes sociales.