El comunicador y humorista Migue Granados realizó un posteo en redes para adelantar una entrevista exclusiva que consiguió con Lio Messi desde Miami, y que se emitirá mañana jueves a través del canal de su propiedad, al que llama OLGA. Lo llamativo de la situación es el modo que encontró de promocionarlo.
Porque Granados aparece desde atrás de Lio Messi y con un beso en el cuello le propone: “¿Charlamo’ un ratito bebé?“, a lo que el 10 responde con una sonrisa: “Dale“.
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LES DA “VIBRAS GAYS”
Este especie de guiño tan argentino no está siendo muy bien recepcionado por seguidores de Messi en el extranjero, quienes no comprenden el humor vernáculo y se asombran de la “Puesta en escena Gay” que aceptó protagonizar el máximo jugador de fútbol de la Selección Argentina.
El beso de la polémica de Migue Granados a Lio Messi en el cuello y desde atrás. Los extranjeros quedaron en “Off Side”
Y frente a los comentarios queda de manifiesto las diferencias culturales entre sociedades, aunque pertenezcan a un mismo bloque geográfico como América Latina, y mucho más aún con personas de culturas sajonas desacostumbradas a estas muestras de afecto con marcada ironía.
Es que la mayoría de los usuarios de redes de otros países no interpretan el código que propuso Granados con ese anuncio, y lo interpretan de manera literal, acusando a Messi de haber cedido parte de su masculinidad al aceptar de buen grado un spot de esa índole.
LA “BURBUJA” SAJONA IMPENETRABLE
Desde ya que los argentinos se están desviviendo tratando de hacer entender a comentaristas foráneos en Twitter que eso que muestran Granados y Lio Messi no constituye una declaración de homosexualidad ni mucho menos, pero el impacto para ellos es tan grande al verlo que no logran salir de su asombro.
Tanto las sociedades latinoamericanas como las anglosajonas no son de demostrar tanta confianza ni cercanía en un saludo. Solo suelen dar besos a parejas o familiares muy cercanos, y un ósculo en el cuello apareciendo desde atrás, les parece una muestra indudable de amor erótico gay. No les entra en la cabeza que eso constituya humor para los argentinos.
Los argentinos les replican acusándolos de demostrar una “frágil masculinidad”.
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