En las últimas horas, se viralizó una publicación de la periodista Romina Manguel en la que mostraba su encuentro con un ex fotógrafo de Perfil, que ahora es taxista. Conocé a Octavio Mancini (56) y sus fotos, que van de Messi a Maradona y de Fito Páez a Luis Miguel y Paul McCartney: “Por 20 años me di el lujo de trabajar de mi vocación y hoy trabajo de otra cosa y soy feliz igual”, señaló en diálogo con Infocielo.
En 2014, en su editorial, de 25 fotógrafos habían quedado 10 y en el resto de los medios sucedió lo mismo: “Acá tenés trabajo todos los días, el secreto es sentarte y manejar. Prefiero manejar un taxi y no tener que hacer fotos de casamientos y cumpleaños de 15”, sostuvo Mancini.
Octavio esperó cinco años para cobrar el juicio con Perfil y mientras tanto trabajó en una flota de taxis: “Tenía que hacer la misma inversión en el taxi que en equipo fotográfico. Cuando me di cuenta de que no me iba a poder reinsertar en otro medio, ni dudé y en lugar de invertir en equipo fotográfico, me compré el auto”, recordó Mancini.

“Hubo una situación puntual en cada medio, pero después lo que agravó la situación para no conseguir trabajo fueron las redes sociales y los celulares”, reflexionó el fotógrafo en un paralelismo de épocas, y agregó: “Ahora todo el mundo tiene un celular en la mano, con una cámara de fotos y de video.
“Antes estabas en la redacción te decían ‘andate rápido a Puerto Madero que están almorzando -por decir alguien- Tinelli con Susana Giménez; hoy hacen una selfie, la suben a las redes sociales y todos los medios acceden a esa foto”, explicó quien tuvo que manejar una moto detrás del auto de Lady Di cuando la princesa visitó la Argentina en 1995
“Antes cuando cualquier artista venía a tocar a un recital, había guardia las 24 horas con el personaje, sea Luis Miguel, los Stones, Paul McCartney, el que fuera. Hoy no existe más y la calidad ya no importa”, sostuvo el actual taxista, que, a su vez, rememoró una frase de quien fue su jefe, el fotógrafo Osvaldo Dubini: “No importa el arco y la flecha, sino el indio que la dispara”.

Un repaso por el trabajo de Octavio Mancini
“Lo lindo de mi trabajo era que hoy podías hacer un desfile de modas, mañana un partido de fútbol, una entrevista: yo de Lady Di a Paul McCartney le hice fotos a todo el mundo”, contó Mancini que suele charlar de estos momentos increíbles con sus pasajeros cuando le preguntan por el tatuaje de los diafragmas de la cámara de fotos que tiene en su brazo derecho.
A Octavio se le complica resumir 20 años de trabajo en algunas fotos y hasta en anécdotas y es que luego de estudiar en el Fotoclub de Buenos Aires y pasar por TEA Imagen, comenzó a trabajar en la Editorial Perfil y cubrió todo tipo de eventos.

Su primera cobertura fue, ni más ni menos, que la del 15 de marzo de 1995, el día que murió Carlos Menem Jr y Mancini tuvo que fotografiar a la familia Yoma salir de su casa.

“Tengo miles de anécdotas, he estado en una producción de fotos de las hijas de Diego. Estuve en la casa de Segurola y Habana. A mí me encanta la música, le hice fotos a Paul McCartney, Lenny Kravitz, Madonna, a Kiss, a Fito, a Charly, a Spinetta, a un montón….”, revivió el ex fotógrafo que sube su trabajo a su cuenta de Instagram.





Por otro lado, Octavio destacó: “También tuve la suerte de conocer otro tipo de gente porque te podía tocar una nota social y veías otra realidad, podías ir a cubrir una cena en el Hotel Alvear y al otro día en la villa en una nota de policiales. Eso era lo lindo del trabajo”.

En cuanto a la polémica que creció este viernes en torno a la periodista, Mancini aclaró que Romina Manguel se interiorizó en su historia, pero que él prefirió no contestar en las redes: “Le dije a Romina ‘hoy por hoy aunque me ofrezcan volver a trabajar en los medios no vuelvo porque quedaron muy relegados los sueldos’. Volvería pero para elegir las notas de los recitales, los desfiles, las producciones… Me mandás de guardia a Comodoro Py y me muero de angustia. Eso lo podés hacer a los veintipico, yo con cincuenta y pico me mandás de guarda y me matás, no lo toleraría”, bromeó al respecto.
“Yo estoy feliz trabajando como taxista. Encontré otra profesión que me da de comer mucho más que si estuviera trabajando en la editorial”, completó Mancini en relación a la situación general que se ve desde el despido masivo que en Perfil comenzó en 2011 y terminó por echar a unos 300 trabajadores.


