En la ciudad de La Plata, dos historias que surgieron casi en simultáneo parecen demostrar que, incluso en medio de la crisis, existen actos de bondad que iluminan los rincones más necesitados de la vida cotidiana. Ambas historias giran en torno a peluquerías, pequeños espacios que, por sus propias características, suelen recibir en su silla a personas de todas las edades y realidades.
Pero, en tiempos en que cada peso cuenta y en que cada gasto se evalúa cuidadosamente, estas peluquerías optaron por algo más allá del mero negocio: decidieron ayudar al prójimo en un la capital bonaerense, que hoy puede presumir ser “la capital nacional de la solidaridad en los cortes de cabello”.
PELUQUERÍAS PARA RECORTAR EL GASTO
En la esquina de 9 y 58, el cartel de una peluquería “social” no pasó desapercibido para la señal local de “Somos La Plata”.
Este lugar abre sus puertas los lunes con una propuesta generosa y simple: cortes de pelo gratuitos para jubilados que muestren su carnet o recibo de sueldo.
Pero su iniciativa no se queda ahí; en un guiño a la comunidad, desde este viernes, también ofrecerán descuentos para trabajadores de menores ingresos, desde docentes hasta empleados municipales, pasando por policías y, de manera algo humorística, hicieron referencia a que también lo será para periodistas, quienes recibieron con simpatía la noticia mientras la cubrían, porque el de contar noticias se trata de uno de los oficios peor remunerados en la actualidad económica nacional.
La filosofía de esta peluquería es sencilla: “si la situación está complicada, al menos que el corte de pelo no sea un lujo inalcanzable”.
La historia de una de las peluquerías solidarias
Mientras tanto, en otro rincón de la ciudad, a algunas cuadras más hacia el oeste, un peluquero de una pequeña peluquería sobre la avenida 44 relató a Telefe Noticias una historia que resonó en el corazón de los televidentes.
Un día, un cliente en busca de empleo entró a su local y preguntó el precio de un corte; al saber el costo, admitió que no podía pagarlo, pero deseaba presentarse prolijo a una entrevista de trabajo.
Sin dudarlo, el peluquero le ofreció el corte gratuitamente y le dijo que, si conseguía el empleo, volviera y lo abonara cuando pudiera. Y así fue: unos días después, el hombre regresó, trabajo en mano y agradecido, para saldar su deuda.
Hoy, esta pequeña barbería de avenida 44 recibe a quienes están en búsqueda de una oportunidad laboral, brindándoles una mano en un momento crucial, al tiempo que fomenta la unión entre vecinos en tiempos difíciles.
Otra de las peluquerías que ayudan a quienes no pueden pagar el corte
En el Instagram de Telefé escribieron:
“En La Plata, el corazón de la solidaridad late fuerte gracias a @rdc.salon44 , el peluquero que corta gratis a quienes buscan trabajo.
Juan no se rinde y propone una idea innovadora: una suscripción mensual de $18.000 para fidelizar a sus clientes y poder seguir ayudando a quienes más lo necesitan. No hay tijera que corte mis ganas de ayudar, nos dice con una sonrisa”.
SOLIDARIDAD “A PELO”
Ambas historias generan un sentimiento de orgullo en La Plata y sus habitantes.
A medida que la inflación, supuestamente en baja, sigue erosionando los inverosímiles salarios, muchas actividades básicas, como pagar un corte de pelo se vuelven inasequibles, entonces es cuando estos gestos de generosidad resaltan la esencia solidaria de la comunidad.
En un contexto económico que parece obligar a muchas familias a “recortar” gastos incluso en lo esencial, estas peluquerías ofrecen mucho más que un corte: brindan dignidad, empatía y la posibilidad de enfrentar la vida con la cabeza en alto.
Tal vez, en otras épocas, el precio de un corte de pelo hubiera sido un gasto menor, casi una rutina sin mucha planificación. Hoy, en cambio, es una decisión calculada para muchos hogares. Pero en La Plata, la respuesta no parece ser solo la resignación, sino la solidaridad.
Tanto en la esquina de 9 y 58 como en la avenida 44, estos peluqueros han decidido retribuir a su comunidad, demostrando que, aunque las dificultades sean muchas, siempre es posible encontrar formas de tender la mano y compartir un poco de esperanza en tiempos adversos.
LA PLATA NO ALCANZA
Así, La Plata se erige como una ciudad donde la solidaridad sigue en pie. Porque en cada tijeretazo, en cada barba arreglada y en cada sonrisa de agradecimiento, estos peluqueros hacen de su oficio un acto de resistencia y de unión.
En medio de una realidad que no da respiro, estas dos peluquerías son el faro demostrativo de que los lazos comunitarios siguen vivos, y que, aunque la situación apriete, la bondad no se corta, y el obsceno individualismo que baja desde el poder, no hace mella en la histórica tradición de “comunidad” de los habitantes de la capital bonaerense.