En Bahía Blanca, un pescador asegura haber sido atacado por un puma el pasado miércoles 1 de marzo por la noche, en la zona de los 7 puentes. Según explicó, aunque actualmente tiene algunos rayones que siguen cicatrizando, el sorpresivo momento se convirtió en una anécdota para contar.
Se trata de Nicolás Gerk, quien es capataz de la delegación de Harding Green y siempre camina por la zona de los puentes, donde comienza el sauce que viene de Paso de las Piedras en la localidad ubicada en el sur de la provincia de Buenos Aires, para tirar su caña de pescar.
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En comunicación con el portal local La Brújula 24, el hombre relató que él se encontraba buscando un lugar para pescar y justo es un momento en donde “ahora hay mucho yuyal, cola de zorro, canteras y a mi me había dicho que habían pumas ahí”.
Sin embargo Nicolás no tenía miedo ni se puso a pensar en ello ya que en la zona siempre se cruza animales: “yo la otra vez me enfrenté con un carpincho que me salió de golpe y con la linterna lo alumbre y se fue”. Sin embargo en esta oportunidad, el puma lo sorprendió con un manotazo: “iba caminando, arrimándome al arroyo y se ve que estaría echado o no se, pero vi una sombra que se me vino, me tiró el manotazo y yo me tiré para atrás”.
“Con las garras me alcanzó a agarrar panza, brazo y pierna derecha” expresó y agregó que suele suceder que en momentos en los que este tipo de animales salvajes se encuentran con cachorros pueden atacar. “Yo en un momento alumbré y se veían como ojos que brillaban”, sostuvo indicando que pudo ver más de uno y confirmó que lo único que tenía para defenderse era un cuchillo.
El pescador manifestó que de no tirarse hacia atrás, podría haberle causado heridas en la cara. “Se fue solo, pero se ve que no era la intención atacarme si no que quería hacerme ver que no andaba solo, que estaba con los cachorros. El puma si andas con perro, por ejemplo, no te ataca, pero quiso proteger a las crías”, también explicó.
En el momento, Nicolás dio por finalizada su noche de pesca, por lo que “me seque la sangre, me limpié con alcohol y me vine de vuelta a mi casa”. Sin embargo dijo que no tiene miedo de que vuelva a suceder y que el está acostumbrado: “si me toca, me toca”, indicó.
A los dos días del episodio, el pescador se aplicó la me puse la vacuna antitetánica y asegura que que ahora solo tiene algunas marcas en su cuerpo pero que no es grave ya que tiene “buena cicatrización”.
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