Para entender esta historia hay que remontarse al 30 de enero de 1994. Un joven Guillermo Barros Schelotto pone el tercero del Lobo frente a River. Explota el Bosque. Gimnasia se aseguraba la Copa Centenario frente al poderoso equipo de Nuñez que tenáa en sus filas nombres como los de Sergio Goycochea, Hernán Díaz, Leo Astrada y Ariel Ortega conducidos por Daniel Passarella.
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Los puños en alto del recordado Roberto Perfumo (que había llegado a Gimnasia para reemplazar a la dupla conformada por Carlos Ramaciotti y Edgardo Sbrissa) son parte de un recuerdo imborrable para el público futbolero en general y para los triperos en particular.
Lo cierto es que la suerte la ha sido esquiva a los platenses en materia de campeonatos desde aquella conquista por eso es que el hijo pródigo de la casa, tendrá que enfrentar un mar de sensaciones encontradas cuando el miércoles vuelva al bosque platense.
Guillermo jugó con la franja azul en el pecho durante 6 años (1991-1997) y volvió al club para tratar de salvarlo de un descenso casi inevitable que lo tuvo en la cancha en aquel triste 2011. Entre las particularidades de este cruce están que Guillermo le anotó a Boca en el Bosque y lo gritó con alma y vida con el Lobo peleando por mantenerse en Primera y que en el banco tripero, dirigiéndolo, estaba Darío Ortíz, actual entrenador interino gimnasista.
Este miércoles, con la confirmación de la APreViDe de que el partido se jugará en 60 y 118 y no en el Estadio Ciudad de La Plata, Guillermo podrá ser campeón, otra vez, en la cancha del Lobo aunque seguramente el festejo, si es que se da, quedará guardado en el vestuario.
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